Réplica de Antonio Baños a Alberto Garzón

Columna de opinión de Alberto Garzón, Público

Ni se te ocurra, Alberto Garzón

Leo con gran tristeza el texto en el que Alberto Garzón intenta a duras penas desactivar el artículo que Pau Llonch escribió en Público rebatiendo los tópicos con los que el propio Garzón menospreciaba el referéndum del 1 de octubre. Y la tristeza por la pobreza argumental pasa a ser cabreo cuando veo que utiliza mi nombre para enfrentar a Pau Llonch y su argumentario conmigo y como empieza a ser práctica habitual desde algunas izquierdas acomodadas en el poder, dividir a la CUP. Garzón me llama “el admirado Antonio Baños”. Bueno. Pues que no me admire tanto, que me tiene contento. Porque yo no puedo decir nada parecido de alguien que impide la ruptura del Régimen solo porque no la dirigen ellos. Y no puedo admirar a alguien que habla sin tener ni idea de Cataluña tirando de tópicos manidos y soleturistas más propios del Cuéntame que del análisis de nuestro complejo y muy vivo país.

Mira Alberto, a Pau y a mí y a los 1.515 que votaron como Pau y a los 1.515 que votaron como yo nos verás juntas. Juntísimas el 1 de octubre defendiendo el referéndum y juntas el 2 defendiendo la República. Y junto a nosotras, millones de catalanes, indepes y no indepes. Demócratas y republicanos. Y lo haremos donde lo hemos hecho siempre: en las calles. Calles y plazas desde donde defendimos el 15M, las Mareas, la PAH o la huelga general. Calles desde las que estamos peleando el referéndum cada día, en campañas, paradas, actos y debates (Por cierto, ¿dónde estás tú? yo no te he visto pateando calle por aquí defendiendo el “No se vale”).

Y nos veras juntos porque Pau y yo y toda la gente de la CUP y de la Izquierda Independentista, a pesar de diferencias, polémicas, distancias y desafectos sabemos ver perfectamente una posibilidad revolucionaria cuando la tenemos en las narices. Y por ensancharla y ganarla lucharemos como se ha luchado siempre: por el socialismo, el feminismo y por unos Països Catalans libres y soberanos.

Me parece tristísimo que muchos de los que os envolvéis en la tricolor para defender el estado borbónico insistáis tanto en atacar a la CUP y su apoyo al proyecto republicano catalán. Sobre todo cuando tu Líder Incontestable ya está reuniéndose con el PSOE de los ERES, de la reforma del 135 y de Felipe GonXález para formar gobiernos reformistas borbónicos.

Ni se te ocurra Alberto Garzón utilizarme como argumento de división de la izquierda indepe. Ni como ejemplo de “venta a la derecha burguesa” y menos como “traidor de clase”. Como decimos en el barrio, todo eso que has dicho tras el confort del escaño, me lo explicas a la cara. Entre cañas y pacíficamente, siempre. En Nou Barris, pisando barrio como hacemos a diario tanta gente que defendemos el referéndum como acto insurgente, revolucionario y republicano. Pero supongo que esto de venir por aquí (a pesar de la invitación fraterna de tantos compañeros de varias formaciones) te debe dar yuyu. No sea que te encuentres con la Guardia Civil entrando en un teatro y te lleves algún susto.

Pero ya puestos, permíteme que yo también me sume al debate e intente (con menos solidez que Pau, que es un crack) rebatir el espeto de tópicos con los que pretendes impedir el nacimiento de una nueva república ibérica (bueno al menos hasta que tú la consideres conveniente).

1) Alberto, lee

Siguiendo tus textos sobre Catalunya lo único que se me ocurre es pedirte que leas un poco. Un poco sobre historia de Cataluña te iría bastante bien. Análisis de nivelón como: “Sin duda, el hecho de que en España gobernara durante tanto tiempo la dinastía de los Austrias y no la de los Borbones influyó de forma notoria en el desarrollo del pueblo catalán” o “ Un pueblo con instituciones propias –lengua, cultura, normas, etc.- cuyas raíces que se encuentran, por cierto, más allá de 1713; y si no, que le hubieran preguntado a Felipe IV a mitad del siglo XVII” son de profundidad pasmosa. Por cierto, que se te ha olvidado decir que lo que vivió Felipe IV fue la proclamación, frente al Imperio, de la primera República de la península, la Republica Catalana de 1641.

Pero la pereza analítica brota como siempre cuando se llega al tema de las dos Cataluñas. Al tanto, que la cosa es compleja: “Hay un pueblo catalán de los de abajo y hay un pueblo catalán de los de arriba; hay un pueblo que se referencia más en la semana trágica de 1909 o en la defensa de Barcelona durante la guerra civil que en el espíritu de Francisco Cambó, por ejemplo.” En fin, doctrina del lavavajillas Villarriba vs Villabajo. La frase “un pueblo catalán de los de arriba” es una cosa ya inenarrable.

Que nos dice que hay un “pueblo que se referencia en la Semana trágica”, sin explicar que fue el delirio colonial del Estado español, el clericalismo secular de ese mismo Estado y las condiciones de explotación de las que disfrutaba la burguesía y la oligarquía de toda España las que llevaron al estallido. Cambó fue un enemigo de la clase obrera organizada, no hay duda ni perdón. Pero siempre se elude cuál fue el destino del Proyecto de Estatut de 1919 que él promovió. Y la reacción popular que en España suscitó la idea… Algo parecido a lo que pasó con el Estatut (recortadísimo también) de 1932. Lo digo para que no insistáis en la idea de que el franquismo es una especie de excepción en una armónica relación entre Cataluña y el Estado español (la relación entre Cataluña y los pueblos de España nunca ha sido ni será en la República otra cosa que de una profunda fraternidad. Tampoco insistas en el enfrentamiento de pueblos, que no cuela).

2) Lo de las comunidades imaginadas

Venga, cita de Anderson patillera al canto: “Como explica el historiador marxista Benedict Anderson, son comunidades imaginadas. Ser español, ser catalán o ser francés es parte del ámbito de las creencias, las cuales se crean y desarrollan históricamente.”

La definición esencial de injusticia es tratar de manera igual aquello que es diferente. Y en la frase de Garzón produce la típica injusticia del españolazo. “Ser catalán, español o francés es parte del ámbito de las creencias”

El “ser español” es una creencia que mira tú, ha permitido, desde el Estado que ampara y exalta esa “creencia”, bombardear Barcelona cada cincuenta años como bien decía Azaña.Vamos, que hay “comunidades imaginadas” que tienen, como recuerda tu compatriota Cospedal, armada, ejército y aviación. Que tienen jueces, prisiones y torturadores de independentistas impunes (operación Garzón). Y luego hay gente cuyo “ámbito de las creencias” les envía a Argelers, al Camp de la Bota o a la Modelo y, que no pueden hablar su “imaginario” idioma o legislar sobre su “imaginario” pueblo.

Dices bien: “Por eso es absurdo meter a todos los nacionalismos en el mismo saco. El nacionalismo imperialista de la Alemania de 1914 o el nacionalcatolicismo de la España franquista son incomparables con el nacionalismo de liberación nacional de los pueblos latinoamericanos o el de las luchas anticoloniales de mediados del siglo pasado.” Ya… ¿y los catalanes? ¿Dónde nos metes? Liberación nacional no, claro está. Pues dinos tú prócer, dónde estamos en el “Índice Garzón de Nacionalismos Buenos y Malos”.

Porque claro, la autodeterminación es un derecho… Pero depende. Como todo, parece que depende de Madrid. “El derecho de autodeterminación no es un fin en sí mismo. Ser independentista, a mi juicio, tampoco. Depende de la realidad concreta.” ¿Lo aplicamos a los demás derechos? ¿El derecho a la vida no es un fin en sí mismo? ¿El derecho a la vivienda no es un fin en sí mismo, depende de la realidad concreta?

Una cosa buena tiene Garzón. Él, que decide qué “nacionalismo” vale y “qué realidad concreta” permite autodeterminarse, no nos tiene tanta manía como otros: “Yo, por ejemplo, reconozco al pueblo catalán”. Pues vale, pues me alegro. Pues muy bien, que muchas gracias. Es un honor que un señor de la capital reconozca a los de provincias. Entiendo que ese reconocimiento se concretará en el pacto de gobierno con el PSOE que también “reconoce la cultura catalana” y que vendrá gestionado por el correspondiente ministro de la Multinacionalidad con sede en Nuevos Ministerios.

3) Ejercer los derechos…Ara no toca!

Empiezas bien: “El reconocimiento del derecho de autodeterminación es un principio básico para los marxistas.” Pero luego…”Cuando los pueblos entran en conflicto entre sí, cualesquiera que sean las causas, la única vía de resolución habría de ser el diálogo y la negociación.” ¡¡Flipante!! ¡¡¡Autodeterminarse es un derecho sujeto a negociación!!! ¡¡¡¡Derechos que sólo existen si se negocian con quien los niega!!!! Id a la PAH con esto, compañeros. Id a los colectivos LGTBI, etc.

Y ahora trilerismo en su apogeo: “Otorgando la misma condición abstracta a nacionalismo español y nacionalismo catalán, no cabe tomar partido de antemano por ninguno de los dos.” O sea, niega la existencia de un pueblo catalán, sólo admite un nacionalismo catalán (dado que el pueblo español en tanto que soberano, sí que es una realidad política incontrovertible). Por lo tanto, se pueden autodeterminar los pueblos (Palestina, Timor, Kurdistán) pero Cataluña no. Puesto que no lo es. Es a lo sumo, “un nacionalismo”. Porque claro, ya lo dijo antes: “El pueblo catalán de abajo” es (porque él lo dice) español y por tanto, no concernido con la autodeterminación de Cataluña ¿Es Garzón un identitario? Umm no del todo. Pero algo que se le parece. Y el lots of LOLs final: “…el derecho a autodeterminación no está fundado en la creencia de que un pueblo cualquiera ha de ser independiente”. Pues entonces ¿En qué demonios está fundado?

4) Lo federal según Garzón

Bueno. Aquí todos más o menos dicen lo mismo. Javier Cercas, Pedro Sánchez, Julio Anguita, Alberto Garzón… Quieren una España federal que se derive de la concesión, de la benevolencia del Estado español. O sea, cambiar la España autonómica por federal y arreando que es gerundio. Ejemplo: “Un Estado federal que reconozca a los pueblos y naciones de España y que no los enfrente es una aspiración hermosa.” Es el estado central (federal) quien reconoce, quien concede …como dijo Schuster: “No hase falta desir nada más”.

5) O somos burgueses o tontos de baba

Otro clásico. La capacidad intelectual del pueblo según qué movilización popular. Si estás en el 15M eres pueblo empoderado. Si vas al 11S un pobre buena fe en manos de la pérfida TV3 y la burguesía. (Alberto ¿y los que estuvimos en el 15M y en los 11S?).

Escribe Garzón: “Dicho de otra forma: la independencia ha sido presentada también no como el derecho democrático del pueblo catalán sino como la solución a males económicos y sociales padecidos individualmente.” A ver, Alberto, ha sido presentada no como derecho… ¿Por quién? Porque los independentistas de todo signo tenemos claro que luchamos por un derecho democrático que, además, nos puede permitir un horizonte de solución a sistemas sociales y económicos opresores y caducos.

Que el catastrófico, centralista, clientelar, injusto, ineficaz y expoliador (y no sólo para Cataluña, pregúntale a Mónica Oltra) sistema de financiación autonómica sea descrito por Garzón como “la mera existencia de nexos con zonas menos desarrolladas del Estado” es realmente paralizante.

6) Le llaman referéndum y no lo es

“El marco constituido por los promotores del 1-O hace imposible que la sociedad catalana pueda expresarse en su totalidad.” Aquí, utilización torticera del lenguaje. Afirma Garzón que un referéndum no permite expresar la totalidad de opciones personales. Obvio. Ninguno lo hace. No hubo papeletas del Brexit con doscientas opciones de relación con la UE. Pero es mentira que el referéndum impida a la totalidad de la sociedad catalana expresarse. Es mentira. Quien no sea “nacionalista” o quien se sienta español o quien quiera una España federal está perfectamente representado: votas NO, ganas y en las autonómicas que seguirán, votas PSC o Catalunya en Comú que es lo mismo (en cuanto a España federal).

Pero el hombre sigue, dale la burra al trigo: “¿Qué habría de votar una persona no nacionalista o independentista, española o catalana, el 1 de octubre?” Pues NO caramba, NO ¡Que lo pone bien clarito en la papeleta! Debería votar NO. Creo que lo entiende todo el mundo, Alberto. Si lo piensas un rato, igual hasta lo pillas. Los contrarios a la República Catalana votan NO. Y si ganan, nos quedamos siendo cuatro provincias del reino hasta que ganéis vosotros y entonces ya hacéis la República ésta tejida de sinergias y complicidades y tal.

La consulta es nítida. La convoca un gobierno legítimo, la avalará la legalidad emanada de ese gobierno constituido por una mayoría parlamentaria obtenida en una elecciones legales… El debate sereno se puede tener desde ya con partidarios del sí, del no y de la abstención. Y un debate sereno incluso con la Guardia Civil entrando en un teatro, con imputaciones a presidentas del Parlament y con amenazas de tanques de ministras.

¿Qué parte es la que no (quieres) entender?

7) Lo de la burguesía catalana

Mira, Alberto. Los pueblos son todos diferentes. Los poderosos son todos iguales. Y a menudo, los mismos. La matraca esta de “la burguesía catalana”, como si no sufriésemos por igual la catalana, la del IBEX y la global, es el más caduco soleturismo. La burguesía es la burguesía y nosotros sufrimos igual el robo de Abertis que el de Florentino que el de Airbnb. Por lo tanto, eso de que “Es verdad que una parte considerable de la burguesía catalana no parece apoyar la independencia” a parte de torpe es irrelevante. Te enviamos las declaraciones de Foment, Puente Aéreo, Círculo de Economía, la Caixa, Banco Sabadell y verás que son coincidentes con los de la “burguesía española”.

La idea de que Cataluña no puede ser independiente porque “tiene una burguesía” y eso, a diferencia de Francia, Grecia o Suecia, la inhabilita para ser de izquierdas mientras España sí puede ser independiente porque no tiene burguesía… es una de las cosas que más pereza da de la izquierda centralista. Por favor, basta compas. Si el referéndum jode a La Caixa y a Florentino por igual, a mí me parece una buena arma para que las clases populares tengan su posibilidad de ruptura. Déjate de hacer etnicismo capitalista: el dinero no tiene patria. La gente construye las suyas. Es lo de la soberanía popular.

8) Te has olvidado de una palabra

Excepto en el saludo final, en tu artículo has olvidado (supongo que sin mala intención) una palabrita de nada: República. La pregunta del referéndum te recuerdo, habla de un Estado “…en forma de República”. Bla, bla con el nacionalismo. Bla, bla con la burguesía catalana bla, bla, bla… Pero ocultas que si se gana el día 1, el 3 se proclama una República en las Españas. Recordarte que en e1931 (después de Sestao) donde se proclamó por primera vez la República fue en Cataluña (dos Repúblicas, de hecho). Y sin garantías, ni pregunta clara, ni campaña del sí ni del no y sin autorización del Estado… En unas elecciones municipales ¿recuerdas? ¿Qué, la II República tampoco se vale?

Lo que molesta es que sabes perfectamente que éste no es un movimiento identitario, ni burgués, ni antiespañol, ni insolidario con los pueblos del mundo. Lo que escuece es que es republicano. El primero de octubre es un referéndum por la República, sí catalana, qué le vamos a hacer, pero una República fundada democráticamente y defendida popularmente.

Y entre ellos miles y miles de votantes y de simpatizantes de izquierdas que no quieren la independencia pero sí la posibilidad de una ruptura. Y que en lugar de poner pegas, ponen horas y coraje en defender la oportunidad de que la soberanía popular pueda transformar las estructuras profundas de poder. Miles y miles de “no nacionalistas”. Miles y miles de compañeros de todas las luchas que lo ven claro y que se quieren apropiar del referéndum y hacerlo suyo. Gente que os vota que saldrá el 1 y el 2 y el 3 para defender derechos no se quedará en silencio justificando represiones.

Y a los que, más allá del 14 de abril y los pins y banderitas (cuando los líderes os permiten exhibirlas) hacéis de la República en las Españas una ensoñación mientras saludáis al Borbón, le dais regalos y olvidáis interesada y electoralmente de dónde viene su “legitimidad”, recordaros que el día 1 es la primera posibilidad de ver un cambio de régimen profundo en 80 años. Es la posibilidad de ejercer la soberanía popular de forma realmente transformadora. Es la posibilidad de ver a Felipe VI de camino a Cartagena.

Pero claro, pudiendo decir nacionalismo, por qué decir república ¿verdad Alberto?

Y hablando de revolución, ¿de verdad que has sido capaz de escribir esto como argumento para no romper con el régimen? “…no controlamos ninguno de los parámetros de esa ruptura. Podría pasar cualquier cosa y no hay nada decidido de antemano”.

¿Y eso es malo? ¿Es ese el motivo para no hacer nada? ¿Es un problema para alguien de izquierdas?

Exactamente eso. Puede pasar cualquier cosa y eso es motor para que las clases populares salgamos a defender el referéndum y la República. Hoy, en Cataluña, cualquier cosa es posible.

Que eso te de miedo es lo que me da pena.

http://www.sumate.cat/replica-de-antonio-banos-a-alberto-garzon/