La paradoja informativa, la geografía del crimen, los Mossos y el día que fuimos un Estado

La sed informativa de las primeras horas de un atentado es inversamente proporcional a la información real y contrastada de la que se puede disponer. Por lo tanto, hay un ejercicio muy delicado, un equilibrio precario que se debe hacer desde el periodismo, de tratar de ofrecer contenidos sin caer en la trampa de los rumores, las falsas informaciones o la falta de rigor y contraste. Ayer, una vez más y tal vez con más contundencia que nunca, este ejercicio se puso a prueba. Cada uno sabe las informaciones falsas que dio y luego corrigió discretamente, los aciertos y el uso de imágenes truculentas y completamente innecesarias en busca del clic y la audiencia. El equilibrio es difícil para todo el que se dedica a informar desde un medio de comunicación y debería ser el lector quien juzgara nuestro trabajo.

 

La paradoja informativa

Probablemente ahora pasará lo que explicaba Carles Capdevila en esta entrevista (*). Es una especie de paradoja informativa habitual en estos casos. Ayer, tras el atentado, miles de periodistas y cientos de medios le dedicaron toda la atención y todas las horas de televisión. Pero la información que sirve para explicar qué ha pasado era muy escasa. Hoy todavía habrá mucha atención. Algunos ya sacarán conclusiones y tratarán de hacer análisis de los hechos. Pero la información todavía no será suficientemente buena ni completa. La atención de los medios irá disminuyendo así que vayan pasando los días. En cambio, la información que permita explicar qué ha pasado crecerá también con el paso de los días. Y cuando se pueda hacer un relato completo y revelador del atentado, ya nadie dedicará ni un minuto de telediario ni una página de periódico. Así ha pasado en todos los atentados. Las imágenes espectaculares, impresionantes, hirientes y violentas nos atraen mucho y ayudan a vender periódicos y hacer crecer las audiencias de las radios y las televisiones. Los argumentos, los matices y las explicaciones de causas y efectos ya no son tan rentables.

 

El yihadismo, el crimen organizado y los Países Catalanes

En estos últimos años, tener que hablar de la mayoría de edad de Cataluña en forma de Estado independiente me ha dado la oportunidad de entrevistar a algunos expertos en seguridad, defensa e inteligente inteligencia, he preparado informes sobre esta cuestión y, por tanto, he tenido que leer muchos papeles. El círculo sobre el mapa de Cataluña -y de los Países Catalanes, no lo pasamos por alto- siempre estaba presente para señalar uno de los puntos más delicados de la lucha contra el yihadismo, la mafia y el crimen organizado en general. Por razones económicas, de movilidad, de conectividad, geoestratégicas… los Países Catalanes son un rincón atractivo para los criminales. Por esta razón, en Barcelona, Valencia y Mallorca hay una concentración tan grande de agentes y de agencias de inteligencia de todo el mundo. Por este mismo motivo, los Mossos ya hace años que se preparan como ninguna otra policía para encarar la lucha contra el yihadismo y el crimen organizado. Los grupos de intervención especializados de los Mossos se han entrenado y se entrenan periódicamente con las mejores policías del mundo, en cuestiones operativas y de inteligencia policial. De hecho, el reconocimiento de los Mossos entre las policías europeas y de más allá en esta cuestión es importante. Y el trabajo preventivo que han hecho hasta ahora ha servido para evitar varios atentados.

 

Prevención y actuación de respuesta

La única manera de detener un ataque como el de ayer en la Rambla es preventivamente. Y la tarea coordinada de prevención que hacen los Mossos con centros educativos, cárceles, centros de acogida y servicios sociales es decisiva. Con todo, cuando un ataque de este tipo no se ha podido detectar antes de que se produzca, hace falta una intervención de respuesta muy precisa. Y ayer los agentes de los Mossos demostraron que también están muy bien preparados para esta situación. En Barcelona se hizo el despliegue necesario, pero la reacción rápida de Cambrils fue ejemplar. Habrá que analizar muchos detalles cuando se tenga toda la información posible. Pero la primera observación no puede ser negativa, aunque algún diario (o director de periódico) haya querido poner en duda la preparación de los Mossos diciendo que ya habían sido avisados. En conclusión, el mejor trabajo (también policial) para evitar un atentado es preventivo. Pero también hay que saber actuar cuando se produce el hecho. Y hoy tenemos que felicitarnos de tener la policía que tenemos.

 

Como un Estado

Desde el primer minuto del ataque, la reacción del gobierno catalán ha sido impecable. Rápida, profesional, serena y seria. Lo podemos comprobar con los medios internacionales que, cuando quieren informar de los hechos, se ponen en contacto con los ‘catalan ministers’. Es sorprendente el absentismo total del Estado español. De hecho, es coherente con el hecho de haber excluido los Mossos de la coordinación con las policías europeas e internacionales en materia de lucha contra el yihadismo y el crimen organizado. Esta decisión tiene unos riesgos muy graves que ya hemos denunciado muchas veces y que no parecen preocupar a los gobernantes españoles. Ayer Rajoy compareció tarde y mal. Las imágenes de unos y otros son un verdadero poema. Si alguien dudaba de la preparación y la capacidad de Cataluña para encarar por sí misma el futuro, ayer tuvo una buena respuesta. Aún más: con la independencia, los Mossos tendrían coordinación automática y directa con las policías de todo el mundo. Ni Guardia Civil ni policía española. Ayer, quienes actuaron y fueron a combatir la barbarie fueron los Mossos y fue también el gobierno catalán. Tengo la impresión de que unos y otros se han ganado el respeto de todo el mundo.

 

Nuestro compromiso

Termino recuperando la reflexión del principio. La mejor información no la tendremos hoy ni mañana. Seguramente, tampoco la próxima semana. Hace falta tiempo para atar todos los cabos, tener todos los datos y saber qué ha pasado realmente, quien ha actuado de esta manera, por qué en Barcelona y Cambrils, qué errores se han podido cometer (si es que se han cometidos), cuánto tiempo hace que se preparaba la acción, cuál era la idea inicial (recordemos que la policía vincula la explosión de Alcanar con el atentado), etc. Será necesario que todos hagamos un esfuerzo -medios de comunicación y ciudadanía- para no caer en el sensacionalismo y la sed de los primeros minutos y horas y para no dejar de informar cuando se haya perdido el latido acelerado de nuestros corazones. Este debe ser también nuestro compromiso con las víctimas, con nosotros mismos y con un futuro algo mejor.

(*) http://www.vilaweb.cat/noticies/carles-capdevila-ens-cal-mes-mala-llet-i-mes-esperanca-entrevista-periodisme-la-vida-que-aprenc-llibre/