Uxue de castillo a población. Fuero de Sancho Ramirez 1076.

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Escudo de UXUE tallado en la fachada del Ayuntamiento de la Villa,siglo XVIII, y reproducción moderna del mismo.

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El fuero o carta de población de Uxue.

 

4 de junio de 1076.

El rey Sancho Garcés IV  moría despeñado durante una cacería en un barranco de Funes  denominado Peñalén, victima de una conjura urdida por sus hermanos.

El  rey Alfonso VI de Castilla bajo cuya protección se refugiaron los asesinos de nuestro rey, ocupó la parte occidental del reino ( vascongadas) y desde Nájera hasta Calahorra.

Mientras, Sancho Ramírez de Aragón, antiguo aliado del de Peñalén, entró en Navarra por Uxue. La guarnición y los vecinos de nuestro pueblo le abrieron las puertas del castillo y le proclamaron sucesor de Sancho IV.

En ese episodio todavía era tenente de Uxue Jimeno Garcés, el caballero que dirigía las tropas navarras cuando el litigio de Pazuengos contra Castilla y el que protagonizó aquel famoso torneo con el Cid..Ver aquí

Si ese Jimeno Garcés era el famoso alférez del ejército del rey muerto, y a la vez tenente en Uxue, se entiende que tuvo mucho que ver en el triunfo de Sancho Ramírez en gran parte del territorio navarro en contraposición con el castellano.

Uno de los primeros actos que el nuevo rey Sancho Ramírez realizó, sólo a un mes de estos hechos, fue agradecer a los vecinos de Santa María de Uxue el apoyo recibido concediéndoles en adelante y para siempre una serie de privilegios o fueros.

Dejó claro que las prerrogativas que concede son en agradecimiento por la buena voluntad que tuvo el vecindario al ser los primeros en reconocerle como rey de Pamplona tras la muerte de Sancho el de Peñalén.

Todo esto a un mes de la muerte en el barranco de Funes del anterior rey de Navarra.

En ese fuero de población se les reconoce a los habitantes de Uxue la plena libertad e ingenuidad absolviéndolos (quitándoles) los malos fueros y malas costumbres (malas leyes) que pudieran haber tenido anteriormente.

El rey declara que los habitantes de Uxue no hagan servicio a nadie si no es por su propia voluntad y que respondan únicamente ante el Señor de la villa (el tenente) nombrado por él.

Hay otros artículos referentes a mercados, homicidios, calonias (multas), fianzas y hurtos.

Prohíbe que a los de Uxue se les haga la prueba del hierro candente y la de la uitalia (¿batalla?) (¿agua caliente?) en los juicios.

Si el rey es cercado en tierra ajena dice que solo vayan tres días en su ayuda y al cabo de ellos, vuelvan a sus casas.

No están obligados a dar hospitalidad ni al Señor ni al almirante sino por su voluntad.

A ningún señor deberán dar claveros (recaudadores) sino dos claveros al rey

Lo más importante de ese fuero es que Uxue quedaría para siempre dentro de la Corona sin que se pudiese enajenar ni donar a nadie su señorío.

Tras la conquista de Navarra en 1512, el traidor Luis de Beaumont adujo tener señorío sobre Uxue. Entonces todo el pueblo esgrimió vehementemente el espíritu y contenido de este punto (y del decreto de Doña Leonor de 1448) consiguiendo que no se llevaran a cabo las pretensiones del avieso conde de Lerín.

El texto del fuero de 1076 configura una organización municipal según la cual debía formarse el consejo de labradores.

En ese fuero se habla todavía de un Señor de la villa, que era el tenente o alcaide que nombraba el Rey, pero al mismo tiempo se mencionan los mayorales del concejo o jurados, concejales que diríamos hoy en día.

Así mismo se menciona a un amirat o alguacil responsable de mantener el orden publico, de ejecutar la justicia y recaudar para el municipio. Y también se ponía a disposición del rey a dos claveros que eran los que recogían las pechas o impuestos que se debían dar al rey. Y se habla del sayón, o verdugo que debían nombrar los vecinos.

En este documento al agradecer a los vecinos de Uxue se reconoce que ya existía una población alrededor del castillo y con este fuero se viene a organizar y regularizar su administración o quizas a reconocer por escrito una manera de gobernarse ya existente.

Este es el primer documento que menciona una organización municipal en torno a algo que únicamente se conocía como castillo desde siglos atrás.

Es el principio o el reconocimiento del fenómeno de encastillamiento de la población dispersa por todo el entorno y que según el documento de 1534 era de veintitrés aldeas que vinieron a refugiarse a los pies de la fortaleza de Uxue.

Santa María de Uxue ya existía antes como castillo. Ahora se reconoce por primera vez que Uxue es también un pueblo.

A partir de esta fecha y en distintos documentos van perfilándose las dimensiones del término municipal.

Económicamente hay una actividad y una población trashumante que atiende la milenaria actividad de la ganadería que cíclicamente marcha de norte a sur de Navarra en busca de pastos.

Los alcaides de Uxue lo son a la vez de Salazar y la actividad militar que se mantiene desde nuestro Castilazo es de recuperar los pastos bardeneros y ribereños todavía en poder musulmán..

Otra actividad y tipo de población que va a más y que se va asentando y fijando en el terreno es la de los labradores.

Poco a poco una sociedad eminentemente agrícola se va adueñando de las tierras con el beneplácito Real a cambio de unas pechas o impuestos que se le pagan a la Corona directamente.

También hay una parte de la población de Uxue cuya condición es de hidalgos pero que en muy poco se diferenciaba de la de los labradores o los ganaderos pues los hidalgos también lo eran, salvo que a cambio de no pagar ciertos impuestos tenían más obligaciones militares con el monarca y con el reino.

Para terminar, recordar que años más tarde de ser Uxue una población reconocida como tal, es cuando se termina de construir la iglesia románica y vienen los primeros monjes que se tiene noticia.

Eso era casi en el siglo XII y Uxue, además de ser castillo y pueblo, empieza a ser un centro religioso de relativa importancia.

Por aquella época a nuestro pueblo se le reconoce como Santa Maria de Uxue y testigo de  ello son los documentos que así lo reflejan  y las acuñaciones en lacre del sello de la villa.

 

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Mikel Burgui
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