Los pueblos de filiación eusquérica

En la antigüedad, toda la parte occidental de los Pirineos estuvo repartida entre varios pueblos o grupos gentilicios de afiliación eusquérica. En el vertiente norte, se situaban los pueblos aquitanos, que ocupaban la zona comprendida entre el Pirineo occidental, y aproximadamente el margen izquierda del Garona y el Atlántico. Al vertiente sur de los Pirineos, el grupo más grande era, el de los vascones, que ocupaban aproximadamente el territorio del actual Navarra, el este de Guipúzcoa, una pequeña franja al sur del Ebro y la Jacetania.

Sus vecinos por levante eran los ilergetes, por el sur los celtíberos y por poniente los berones. Originados en los pueblos pirenaicos de la cultura megalítica, su estado de vida primitivo, con costumbres arcaicas, fue producto del aislamiento geográfico. Por su territorio pasaron varios pueblos indoeuropeos, que dejaron su huella; además, sufrió infiltraciones de los celtiberos, que originaron la formación de una cultura material de tipo céltico que predominó en las tierras más meridionales.

Los romanos denominaron GENS VASCONUM al pueblo asentado entre el curso alto del Ebro y la vertiente peninsular de los Pirineos occidentales. Los vascones, consiguieron un elevado grado de integración en el mundo romano especialmente en las tierras llanas, ribereñas del río Ebro y en las áreas del entorno de sus asentamientos de Pompaelo y Oiasso, poblaron la región más septentrional y montañosa, conocida como el VASCONUM SALTUS, durante la crisis económica y social que acompañó a la descomposición del Imperio y la presión causada por las grandes migraciones de pueblos germánicos y eslavos de principios del siglo V, entrando posteriormente en conflicto en varias ocasiones con los reinos de visigodos y francos formados a ambos lados de los Pirineos.

La descripción del territorio que los vascones ocupaban durante la época antigua nos ha llegado a través de los textos de los autores clásicos, entre el siglo -I y el siglo II, Tito Livio, Estrabón, Plinio y Ptolomeo que han sido los principalmente estudiados como fuentes de referencia, aunque varios autores han señalado la ausencia de uniformidad e incluso contradicción en sus informaciones.

La reseña historiográfica más antigua corresponde a Livio (-59 a -17) quién, en un breve pasaje de su obra sobre la campaña del año -76 de la guerra sertoriana, relata como después de remontar el río Ebro y la ciudades de Calagurris Nasica, atravesaron el territorio llano de los vascones o VASCONUM AGRUM hasta los límites de sus vecinos inmediatos, los berones. De un estudio comparado otras partes del mismo fragmento, se deduce que este límite se encontraba al oeste, mientras que hacia el sur los vascones eran vecinos de la ciudad celtíbera de CONTREBIA LEUCADE.

Plinio, por su parte, en su Naturalis Historia reprodujo un texto anterior del año -50 en el cual se emplazaba a los vascones en el extremo occidental de los Pirineos, vecinos de los várdulos, y extendidos hacia las montañas de Oiasso y el Cantábrico en una área que denominó Vasconum Saltus. El geógrafo griego Estrabón, en la época de Augusto (-63 – 14), al referirse a los vascones (en griego clásico, Ούασκώνων) sitúa su principal polis en la ciudad de Pompaelo al lado de la ciudad de Callagurris. Estos datos se encuentran en la obra de Ptolomeo, que vivió durante el siglo II en la época imperial, en Geographikè Úphégesis detalla el nombre de 15 ciudades en el interior del territorio de los vascones, además de la costera Oiasso, Iturissa, Pompaelo, Bituris, Andelos, Nemanturissa, Curnonium, Iacca, Graccurris, Calagurris, Cascantum, Ercavica, Tarraga, Muscaria, Segia y Alavona.

Después del desembarco en Emporion de las tropas romanas en -218 durante la Segunda Guerra Púnica, el interés romano se orientó hacia la conquista del valle del Ebro, que se desarrollaría entre -202 y -170. Hacia -179, el general Tiberio Sempronio Graco fundó cerca del territorio de los vascones la ciudad con su nombre, Gracurris (Alfaro), señalada como el antecedente inmediato al incremento de las relaciones de colaboración entre los vascones y los romanos. El testigo más antiguo de esta relación se daría durante la Guerra Social en la península itálica entre el -91 y el -89 en que Cneo Pompeyo Estrabón, padre de Cneo Pompeyo Magno fundador de Pompaelo, otorga la ciudadanía virtutis causa en reconocimiento, entre otros, a 9 jinetes vascones de la ciudad de Segia (Ejea de los Caballeros). Segia era capital de los suesetanos pero que fue arrasada por un ejército romano al mando del cónsul Terencio Varrón en el año -184, y posteriormente el territorio suesetano fue cedido a los vascones.

Entre el -81 y -72 tienen escenario en el valle alto del Ebro las llamadas Guerras Sertorianas, una guerra civil romana que enfrentó victoriosamente a Pompeyo y Metelo, partidarios de Sila, con el partido democrático de Sertorio y durante las cuales los dos bandos se apoyaron en la población vascona, especialmente Cneo Pompeyo Magno quién durante el invierno del -75 fundaría sobre un oppidum vascón, al corazón del territorio de los vascones y sobre la ruta del trigo de Aquitania, la ciudad de Pompaelo (Pamplona). En el -72 las fuerzas de Pompeyo y Metelo asediaron la ciudad de Calagurris forzando su resistencia, según el relato de Gayo Salustio hasta provocar prácticas de canibalismo en sus defensores.

En -56 el lugarteniente de Julio César, Craso, atacó a los aquitanos, vecinos de los vascones, durante la Guerra de las Galias, en la cual estos últimos habían solicitado el apoyo militar de los otros habitantes del otro lado de los Pirineos a quién César identificó como cántabros. Más tarde, el territorio vascón quedó al margen del escenarios de las operaciones militares de las guerras cantábricas que tuvieron lugar entre los años -29 y -19 reclamando la presencia de emperador Augusto quién en el -27 crea la provincia de Hispania Citerior Tarraconense con capital en Tarraco a la cual quedó adscrita el territorio de los vascones.

http://www.iberolingua.com/pagines/LES_LLENGUES_PREROMANES_pobles_eusquerics_es.htm