La cueva de Atxurra, nuevo yacimiento de arte rupestre paleolítico en Bizkaia

Hace dos años comenzamos, bajo la dirección de Diego Garate, un proyecto de evaluación del yacimiento arqueológico de Atxurra. El yacimiento fue descubierto por J.M. Barandiaran en 1929 y excavado por él mismo entre 1934 y 1935. La publicación de los resultados debieron esperar hasta 1961, y después a penas si ha vuelto ha ser estudiado. Esto propició que fuese un yacimiento poco importante para explicar el final del Paleolítico Superior, el periodo mejor representado en el yacimiento. Este fue uno de los motivos por el cual decidimos volver a Atxurra, para evaluar la estratigrafía del yacimiento, obtener una buena cronología de los distintos periodos en los que la cueva fue ocupada, y para poder caracterizar mejor estas ocupaciones. En 2014 limpiamos una de las secciones dejadas por J.M. Barandiaran y los resultados fueron espectaculares. Pudimos documentar una estratigrafía muy ordenada que abarcaba todo el Magdaleniense, con algunos niveles muy ricos en fauna, industria lítica e industria ósea.

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Aspecto de la excavación al terminar la campaña de 2014. Al fondo  la gatera por la cual se accede al tramo de cueva que da paso a la zona decorada(Foto: Joseba Rios-Garaizar)

La campaña de 2015 se planeó como una continuación de la de 2014. El objetivo principal era documentar la posible existencia de ocupaciones del Gravetiense. En esta campaña nos propusimos hacer una prospección sistemática de la cueva con el objetivo de encontrar arte rupestre paleolítico. Así el 25 de Septiembre de ese año, mientras parte del equipo excavábamos en el yacimiento, el director del proyecto, Diego Garate, se adentró en la zona más profunda de la cueva acompañado por el espeleólogo del grupo ADES Iñaki Intxaurbe. Tardaron mucho en salir, y en cuanto Diego asomó por la gatera que comunica la zona del yacimiento con las galerías interiores de la cueva, fui consciente de que habían encontrado algo importante. Me bastó una sola mirada inquisitiva y un gesto afirmativo de Diego para confirmar mis sospechas. Poco después Iñaki salió por la misma gatera con una expresión de vértigo propia de alguien que ha cumplido uno de sus sueños. Poco después Diego me contó, con discreción, que había “un montón de figuras, bisontes, caballos, la mayor parte grabados”. Ese mismo día pude entrar con ellos en la cueva y ver algunos de los grabados con mis propios ojos, fui consciente en ese momento de la magnitud del hallazgo, ya que en apenas una pequeña visita Diego e Iñaki habían localizado decenas de figuras de animales.

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Repisa con dos caballos de grandes dimensiones grabados y pintados (Foto: Diego Garate)

 

Los días siguientes fueron muy agitados. Avisamos a la Diputación para que acelerasen la colocación de una verja de protección, ya que el acceso a la cueva es bastante sencillo. Al mismo tiempo seguimos excavando manteniendo en todo momento la discreción sobre el descubrimiento, incluso con nuestros colaboradores. El día antes de acabar la campaña, en la que por cierto alcanzamos el nivel Gravetiense, se lo contamos a todos y organizamos una rápida visita para que ellos pudiesen deleitarse con la visión del friso de los caballos. En esos días Diego, acompañado de Iñaki y de Olivia Rivero, se dedicó a realizar una documentación preliminar del yacimiento. Hubo visitas de expertos de la Diputación, se colocó la verja y redactamos un proyecto de estudio. Hoy, casi ocho meses después podemos levantar el embargo sobre esta noticia y dar a conocer este descubrimiento ante la opinión pública. A partir de hoy tenemos que comenzar el estudio sistemático del yacimiento.
La cueva de Atxurra se encuentra en Berriatua, colgada sobre la carretera que une Markina con Lekeitio y que discurre paralela al río Lea. Es una cueva de grandes dimensiones que alcanza un desarrollo de más de 500 metros. Bajo la cueva de Atxurra, y comunicada con esta, se abre un piso inferior del mismo sistema, que recibe el nombre de Armiña. Los paneles grabados se encuentran en la zona media de la cavidad a la que se puede acceder desde el piso inferior o desde la boca donde se encuentra el yacimiento. En ambos casos el tránsito es complejo y requiere el paso por gateras, pequeños tramos de escalada y desplazamientos por rampas muy inclinadas.
La zona decorada es un galería, con varios pisos fósiles, de gran altura, jalonada por cornisas y con pequeñas aperturas laterales. Hasta el momento se han documentado 14 sectores decorados con, al menos, 70 figuras. La mayor parte de los motivos representados son figuras animales, siendo los bisontes y los caballos los más numerosos, aunque hay algunas cabras, ciervas y uros. La técnica utilizada es el grabado, en ocasiones combinado con pintura negra. Algunas de las figuras, como los dos caballos, son de grandes dimensiones, mientras que otras son bastante pequeñas. Las convenciones de representación utilizadas son bastante homogéneas, destacando el uso de dos planos para la representación de los cuernos y de las extremidades de los animales o las indicaciones del pelaje y de detalles anatómicos internos. Destacan también las cabras en visión frontal o una figura de bisonte que tiene en su interior una veintena de “puntas” representadas con uves invertidas. Todas estas convenciones remiten al Magdaleniense Medio o Superior, esto es hace unos 18-14.000 años (14.500-12.500 años sin calibrar).

 

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Bisonte grabado con “puntas” clavadas en su interior (Foto: Diego Garate)

 

La relevancia del hallazgo es enorme. Atxurra tiene el mayor conjunto de figuras rupestres descubierto en Bizkaia desde Santimamiñe, de cuyo hallazgo se cumplen 100 años. Se encuentra en una zona en la que se hay una intensa presencia humana a finales del Paleolítico Superior, que se manifiesta en los yacimientos de Santa Catalina y Lumentxa fundamentalmente. En este último hace tres años descubrimos un pequeño conjunto de arte rupestre compuesto por dos bisontes y una cabeza de caballo pintadas en rojo. Todo esto hace de esta comarca del oriente de Bizkaia un lugar ideal para investigar las formas de vida de los últimos cazadores recolectores y sus vinculaciones culturales con el resto de la región cantábrica y la vertiente noroccidental de los Pirineos.
Este descubrimiento es una recompensa más a los enormes esfuerzos realizados por el equipo dirigido por Diego Garate, que en los últimos cinco años ha descubierto cuevas con arte rupestre en Bizkaia (Askondo y Lumentxa), en Gipuzkoa (Aitzbitarte III, IV, V y IX) y una nueva galería decorada en la navarra cueva de Alkerdi. A esto hay que sumar decenas de publicaciones, proyectos de revisión y estudio en Iparralde (Isturitz, Oxocelhaya, Etxeberri, Sinhikole, Sasiziloaga), en Gipuzkoa (Altxerri B) y en Bizkaia (Ventalaperra, Rincón), y colaboraciones como las realizadas en la cueva de Morgota (Kortezubi). Gracias a este esfuerzo se ha roto con la idea del “vacío vasco” en el arte rupestre paleolítico y se dispone de elementos que permiten valorar el papel de nexo entre el suroeste de Francia y la Región Cantábrica que jugó esta región.

 

https://arkeobasque.wordpress.com/2016/05/24/la-cueva-de-atxurra-nuevo-yacimiento-de-arte-rupestre-paleolitico-en-bizkaia/