Montejurra 76 en el contexto de los años de plomo

Escribir sobre Montejurra 76 intentado dar una explicación medianamente satisfactoria  del porqué de lo sucedido es algo difícil, sino imposible, sin relacionar el acto terrorista realizado con otros del mismo matiz, con la estrategia de la tensión aplicada tanto en Italia como España, como con el control del Mediterráneo por parte de la OTAN, y en especial de los Estados Unidos.

Relacionar tales sucesos no es opción gratuita de quien esto escribe. El análisis de las fuentes, muestra la relación de una forma que no deja lugar a dudas.

Parte de lo sucedido comenzó en abril de 1967 en Grecia. Había una convocatoria de elecciones para el 28 de mayo de 1967. Ante la presunción universal de la derrota de la derecha y, por consiguiente, el fin de una monarquía con una dinastía de origen alemán, se produce el 21 de abril de 1967 un golpe militar.

Meses más tarde, el diario New York Times, reconocía que en realidad el golpe militar había sido preparado por la OTAN, señalando que el denominado Plan Prometheus era la clave del golpe. Tal plan había sido concebido para aplicarlo en caso de una situación democrática en Grecia que sacara al país de la OTAN.

De las tres penínsulas europeas en el mediterráneo, la griega, merced al golpe, quedaba controlada férreamente. Los miembros de los partidos democráticos y de los sindicatos, intelectuales y disidentes, eran detenidos y  enviados a campos de concentración. Tal vez el más conocido de estos campos  sea el de Oropos  donde estuvo detenido el compositor y músico Theodorakis.

En  la península ibérica estaban establecidas dos dictaduras militares con rasgos fascistas propios, pero sin situación aparente de continuidad. En Italia una república en la que cada vez era mayor el peso electoral del Partido Comunista y comenzaba a teorizarse su posible  entrada en el gobierno junto a demócratas cristianos de izquierda en lo que se llamaría El compromiso histórico. Tal posibilidad suponía en teoría que alguna vez algún ministro comunista estuviera presente en las reuniones de la OTAN en representación del gobierno italiano.

Respecto a la situación española se preveía que la dictadura finalizaría con la muerte física del dictador. El proceso de Burgos evidenció la ruptura entre la sociedad civil y el poder constituido. La prolongación de la dictadura, incluso bajo la forma de una monarquía, no era vista como posible. Ni siquiera para monárquicos como Calvo Serer que afirmaría que: «ya tiene de por sí poca virtualidad una monarquía establecida por la historia o sostenida por la fuerza para que pueda ser viable la que carezca de ambas»[1][1].

Por lo tanto el final de la dictadura en España podía suponer una situación tanto de inestabilidad política, como de formación de un estado democrático en ruptura con la situación fascista existente. Una nueva situación política que pusiera en peligro tanto la hegemonía del poder por el bloque oligárquico, como también la dependencia del estado respecto al imperialismo que militarmente se evidenciaba en la existencia de las bases militares norteamericanas en España. Así pues se corría el riesgo de que fuesen cuestionados, en una España democrática, tanto el secular dominio oligárquico como la situación de subordinación política, económica y militar que hacía del país un “estado intervenido”.

La solución dura del golpe militar a la griega tanto en España  como en Italia, si bien era factible, se revelaría a medio plazo como potencialmente peligrosa, y podría engendrar una situación más revolucionaria de la que trataba de evitar. Por otro lado, la opinión pública europea estaba lejos de admitir la posibilidad del mantenimiento de estructuras de poder dictatoriales. La cuestión habría de resolverse de otra forma: la denominada estrategia de la tensión.

Esta ha sido definida como la táctica de utilizar el terrorismo con el objeto de fomentar un clima favorable a un gobierno de derechas; tratando de provocar el máximo descalabro de las instituciones democráticas y a polarizar la situación política con el objetivo de dar un golpe para “salvar al país” de una presunta dictadura comunista[2][2].

Para Andrea Santini, es un concepto de nuevo cuño, que refleja cual era el objetivo que se escondía detrás de las acciones de los terroristas: «crear en el interior del país, entre la opinión pública y las fuerzas políticas, una tensión tal que provocase la subida al poder de un Gobierno Fuerte»[3][3].

Según Aldo Moro, la llamada estrategia de la tensión «atentados de extrema derecha indiscriminados, atribuidos a grupos izquierdistas» tenía  la finalidad de volver a colocar a Italia en la vía de la normalidad, después de los acontecimientos del 68 y del llamado otoño caliente.[4][4]

Los preparativos para la puesta en práctica de esta táctica no se hicieron esperar. El 16 de abril de 1968, en la ocasión de la celebración del aniversario del golpe en Grecia, llegaban a Atenas procedentes de Brindisi cincuenta y dos extremistas de derecha miembros de  Ordine Nuovo, Avanguardia Nazionale y Europa Civiltà para recibir un curso de instrucción sobre técnicas de infiltración. Entre ellos  Stefano Serpieri agente del SID, Mario Merlino  que se infiltrará en los medios anarquistas, Pino Rauti, Franco Rocchetta, Stefano Delle Chiaie, que más tarde vendrá a España y estará presente en la acción terrorista de Montejurra 76, y gran parte de los nombres del terrorismo negro que aparecerán en las crónicas y en los sumarios de la estrategia de la tensión. Tal curso era fruto de la colaboración de los servicios secretos italianos (SID) y griegos (KYP)[5][5].

Tal curso no fue el único, siguieron otros en campos especiales instalados en Grecia bajo el control de la CIA[6][6]. A principios de 1974 el agente de la CIA Ronald Edwar Estes fue enviado a Atenas para organizar unidades paramilitares. Este agente sería el jefe de la Estación Móvil de la CIA en España cuando la confusa intentona golpista del 23-F. [7][7]

En noviembre de 1968, los corresponsales italianos de la organización fascista internacional  Aginter-press redactan una «resolución estratégica» que prefigura exactamente la estrategia de la tensión. Es el documento titulado La Nostra Azione Política, en el que afirman  «Pensamos que la primera parte de la acción política debe ser la de favorecer la instalación del caos en rodas las estructuras del régimen. Debemos entrar en acción en el marco del ejército, de la magistratura, de la Iglesia, a fin de actuar sobre la opinión pública y mostrar la debilidad del aparato de Estado. Es evidente que precisamos grandes medios financieros para poner en acción el mayor número posible de hombres y corromper y financiar a los grupos políticos que puedan ser útiles»

La fecha del 12 de diciembre de 1969 está considerada como aquella en la que comienza en Italia la estrategia de la tensión. En Roma se producen tres atentados con cuatro heridos. En Milán en la sede de la Banca  Nacional de la Agricultura, frente a la Plaza Fontana, estalla una bomba que causa 16 muertos y 88 heridos. En la Banca Comercial de la misma ciudad se descubre otra bomba sin estallar.

Las primeras investigaciones  se dirigirán hacia la pista roja, o anárquica, que resultará falsa, después a la pista negra y, por último, a la pista de terrorismo de estado.

Esta táctica de fomentar  e inducir acciones por parte del estado para tener un pretexto que le permita reprimir tanto selectiva como indiscriminadamente ni es una novedad, como lo prueba la recomendación que hacía el Conde Duque de Olivares, en un memorial dirigido  a Felipe IV en 1624, de promover tumultos populares y con ese pretexto «como nueva conquista, asentar y disponer las leyes en la conformidad de las de Castilla». Texto revelador que teoriza la táctica de la provocación violenta al servicio del interés del Estado.

No es novedad, pero tampoco pasado de moda:

En 1962 fue enviado a París y Toulouse un agente de los servicios policiales españoles que logró infiltrarse en el movimiento libertario, y ofreció con datos minuciosos el plan de un atentado contra la vida de Muñoz Grandes[8][8].

Al final del verano de 1970 fue asaltado, en plena representación, el Teatro de la Comedia de Madrid, donde se representaba el espectáculo Castañuela 70. Los autores fueron derechistas que pretendían se les tomara por elementos de izquierda; en pleno tumulto empapelaron a los espectadores con panfletos, pero no engañaron a nadie. Para este tumulto se desplazaron desde Valencia dos agentes de los servicios secretos de Carrero Blanco[9][9].

En 1974 se produjo en París el secuestro del director de la oficina del Banco de Bilbao  por un grupo que se denominaba GARI, pero «la operación había estado controlada por miembros de la policía española, infiltrados en el grupo. Uno de estos últimos fue quien recogió el rescate de cincuenta millones de pesetas, y fotografiado por la policía francesa, pudo ser identificado como un policía madrileño.»[10][10]

En agosto de 1977 las comisiones gestoras pro amnistía de Guipúzcoa denunciaban la presencia de provocadores de extrema derecha infiltrados en las manifestaciones, con el propósito de desprestigiar mediante actos vandálicos, estas movilizaciones populares[11][11].  En 1978 La Jefatura Superior de Policía de San Sebastián  comunicaba que había comprobado la participación activa de miembros de las FOP en las actuaciones de grupos incontrolados[12][12]. En 1979 una nota oficial del gobernador civil de Guipúzcoa  reconocía explícitamente que un grupo de incontrolados, armados con porras, cadenas y pistolas, que causó varios destrozos, pertenecía a la plantilla de la policía de San Sebastián[13][13].

El caso de atentado del Scala en Barcelona, en enero de 1978,  tal vez sea el más revelador de esta táctica. El principal responsable fue el infiltrado Joaquín Gambin, que también participó en el montaje del caso ERAT (Ejército revolucionario de Ayuda a los Trabajadores).  En agosto  de 1983 en un escrito dirigido al presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona afirma que fue contratado por la policía. En junio de 1985 la revista Cambio 16, publicó un reportaje sobre el GAL en el que aparecía Gambín en una fotografía junto a Marc Perret. El mismo Gambín afirma que Gilbert Perret «en una ocasión me propuso subir al país Vasco Francés a pegar tiros contra ETA»[14][14]. Asimismo en junio de 1985 ante la Audiencia Provincial de Valencia declaró que dos hermanos franceses [los hermanos Perret], antiguos miembros de la Organización del Ejército Secreto (OAS, grupo terrorista de apoyo a una Argelia francesa), pertenecían «al servicio de información»[15][15].

Se pueden añadir muchos casos más, pero por razones de espacio sólo vamos a recordar dos más. Uno sobre lo sucedido en la manifestación antiglobalización en Barcelona el 24 de junio del 2001. Tanto el Partit Socialista de Catalunya como Iniciativa per Catalunya atribuyeron la violencia acaecida a policías que se infiltraron en la manifestación. Testigos presénciales aseguraron que algunos policías que efectuaron detenciones habían estado en el grupo de los que tiraron piedras contra las oficinas bancarias.  Roser Veciana, concejala del ayuntamiento de Barcelona atribuyó los incidentes a agentes infiltrados entre los manifestantes y afirmó que la policía «buscó dilectamente la confrontación». El otro, más reciente, es la agresión  a Mikel Martín el 13 de enero del 2005 en San Sebastián. Fue agredido por un grupo de cuatro individuos que estaban destrozando señales de tráfico. La policía municipal de San Sebastián  detuvo a dos individuos  del grupo agresor que resultaron ser militares de la Brigada Paracaidista[16][16].

 

La violencia negra en España

En el franquismo, como en todos los regímenes fascistas, la violencia era uno de los pilares del sistema. Violencia ejercida desde los aparatos del estado o desde las milicias del partido único. Sin embargo, a pesar de esta gran capacidad para reprimir desde su legalidad, la impunidad que se daba a su personal político  y a los elementos que participaban directamente en la represión ocasionaba  que individuos sin escrúpulos actuaran por su cuenta, tanto por motivos políticos como personales.

Los acontecimientos de febrero de 1956, que ocasionaron el desmantelamiento de la milicia del SEU, unidos, más tarde,  al creciente interés de sectores  del franquismo de llegar a acuerdos, cara a la integración,  en el Mercado Común, posibilitó que este tipo de violencia ilegal desde los aparatos del estado o del partido decreciera.

Pero, aunque reducida, se mantuvo. En 1961 un comando penetró en la facultad de Derecho de Barcelona cuando se representaba el “Juicio Bufo”. En 1962 individuos de las Falanges Universitarias de Barcelona agredían a varios estudiantes carlistas, y  un local utilizado por los carlistas fue víctima de un artefacto explosivo[17][17]. En 1963 hubo agresiones a estudiantes carlistas en Madrid y se produjo un intento de asalto a las oficinas carlistas de la calle Marqués de Valdeiglesias; en Barcelona se produce el incendio intencionado  del Casal de Montserrat. En 1966 se atentó contra la sinagoga de la calle Porvenir de Barcelona.En 1962 aparece en la Universidad de Madrid lo que sería el primer intento de establecer una policía paralela para reprimir  a los estudiantes sin comprometer directamente al régimen: Defensa Universitaria..

Entre 1965 y  1970 se produce lo que incorrectamente fue llamada la “ofensiva anticlerical de la derecha”. En realidad ofensiva contra la libertad de expresión, con la finalidad de acallar mediante el terror a los sectores católicos más identificados con  los resultados del Concilio. El principal escenario de estos hechos fue Barcelona.  Tal vez el caso más sonado fue el llamado “Affaire Evely”: una partida de la porra interrumpió la conferencia del padre Evely, un sacerdote belga; hubo numerosos contusionados y los destrozos ocasionados a la entidad organizadora se valoraron en seiscientas mil pesetas.

Pero a partir de 1969 hubo un incremento significativo de la represión desde la instancia formalmente legal como desde la instancia de las denominadas “policías paralelas”.

Como muestra incompleta del endurecimiento de la represión desde la instancia legal, están los siguientes sucesos. 1969: Erandio, protesta por la contaminación del aire de la ciudad,  tres muertos; 1970: Granada, huelga de la   construcción : tres muertos; Eibar , un muerto, Proceso de Burgos; 1971: Madrid, huelga de la construcción: un muerto; Barcelona, paro en la Seat, un muerto; 1972: El Ferrol,  conflicto de Bazán, dos muertos; 1973: San Adrián del Besos, conflicto de la térmica, un muerto; 1974: Carmona, manifestación para pedir agua, un muerto.; Barcelona, ejecución de Puig Antic. En julio de 1971 se reforma la Ley de Orden Público, ampliándose la cuantía de las multas que podían imponer la autoridad gubernativa y es establecía la “responsabilidad  penal subsidiaria”, es decir la posibilidad de mantener detenida a una persona hasta tres meses por impago de una multa; en noviembre se derogaba el decreto sobre rebelión militar, bandidaje y terrorismo, que cobró actualidad en diciembre de 1970 con ocasión del Proceso de Burgos, si bien las conductas penalizadas en este decreto son incluidas en el Código de Justicia Militar y en Código Penal . En 1975 el Tribunal de Orden Público, creado en diciembre de 1963, tras la disolución del siniestro Tribunal Militar Especial del coronel Eymar que juzgaba los hechos políticos en Consejos de Guerra, incoó cuatro mil trescientos sumarios, y en 1976 casi tres mil.

Respecto a la instancia clandestina, la de las “policías paralelas”, en la etapa que va desde final de 1969 a la primavera de 1975 las denominaciones estrella serán las de Guerrilleros de Cristo Rey (GCR) y Partido Español Nacional Socialista  (PENS).

La primera denominación se usó por primera vez para reivindicar el asalto a la basílica pontificia de San Miguel de Madrid, por un comando de más de veinte individuos  que agredieron  a un grupo de trescientas personas que se solidarizaban con el párroco  de Moratalaz, el padre Gamo, detenido por haber firmado en enero de 1969 junto a otros cien sacerdotes un documento contra la tortura, y cuyo proceso por el TOP se iniciaba el día 18 de diciembre. El día del proceso, al grito de “Curas rojos a Moscú”, cargaron contra las personas que hacían cola para presenciar el juicio, hiriendo a varias de ellas; entre las personas que esperaban, se encontraban el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Echaren, y más de cincuenta sacerdotes.

Respecto al PENS, fue creado también a fines de 1969. Relacionado desde sus orígenes con los servicios secretos de Presidencia del Gobierno de Barcelona cuyo responsable era un militar. En febrero de 1971, Luis Antonio García Rodríguez puso en contacto a Stefano delle Chiaie con otros miembros del PENS. La organización se estructuró orgánicamente siguiendo las directrices de Delle Chiaie, y el recién creado CESED pagaría el local al PENS, gracias a las gestiones de Luis Antonio García Rodríguez[18][18]. El militar del SECED que hacía de enlace con el PENS fue identificado como un capitán de infantería apedillado Bardi[19][19]. De García  Rodríguez se ha afirmado que era un oficial de los servicios secretos españoles[20][20].

El PENS era el propietario del depósito de armas que explosionó en la calle Capitán Arenas de Barcelona, y otros tantos depósitos proporcionados por militares estaban localizados en Madrid y en Barcelona[21][21]. La explosión  ocurrida el día 6 de marzo de 1972 destruyó una casa de ocho pisos y causó 18 víctimas mortales. Ante el silencio de las autoridades y la insinuación de que el causante había  sido el gas natural, el carlismo catalán informó a la población de Barcelona mediante dos textos que se difundieron clandestinamente[22][22]. Estos indicaban que : las autoridades guardaban silencios por dos motivos, uno, poder acusar del desastre a algún grupo de la oposición clandestina y , otro, no dar publicidad de los contactos que tiene con grupos faltos de prestigio; en el edificio existía uno de los arsenales del PENS; el cual estaba mandado por oficiales del Servicio de Información Naval; La misión del PENS, es decir de Carrero y de los ultras del sistema, es controlar toda acción política clandestina, o legal, mediante la delación, el pistolerismo y la amenaza. Su objetivo concreto es la neutralización física, utilizando cualquier medio, de los hombres más activos de la oposición en caso de revuelta general. La lista de los líderes políticos clandestinos la está confeccionando el Ministerio de Información y Turismo.

Cuatro años más tarde el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cataluña dio a conocer un largo estudio, sobre este suceso, titulado Informe gas,  en el que se concluía  que el gas natural que abastecía al edificio no fue la causa de la catástrofe[23][23].

Como es sabido el Servicio de Información de Presidencia del Gobierno que dependía directamente de Carrero Blanco fue creado formalmente en marzo de 1971[24][24]. Antes, la coordinación de las tareas represivas y de “acción psicológica” la había llevado la denominada OCN (Organización  Contrasubversiva Nacional) de menor entidad y con menos presupuesto. Pues bien, en febrero de 1971 se dio a conocer que el gobierno americano iba a contribuir con tres millones de dólares a la financiación de varios proyectos de cooperación civil entre España y los Estados Unidos, entre ellos un “Servicio Nacional de Información”[25][25]. Para algunos observadores  este servicio no era más que una filial de la CIA norteamericana que lo designaba bajo el nombre de QUANTUM (testimonio de Philip Agee, exagente de la CIA en enero de 1971)[26][26]. En 1972 , según el semanario Der Spiegel de Hamburgo, agentes de los servicios secreto españoles contactaron  con miembros de la policía política alemana denominada BND (Oficina de Defensa de la Constitución), poniéndose de acuerdo para intercambiar información en secreto  de forma que no llegara a oídos de la opinión pública. Además, añadía el semanario, el punto central de la colaboración era el tema de ”las actividades  de anarquistas españoles en la RFA”; los alemanes entregaron un informe sobre los actividades “anarquistas” de los emigrantes españoles, y los agentes españoles se comprometieron a enviar información desde Madrid[27][27]. El BND fue creado en 1946 como servicio secreto privado bajo el nombre de “Organización Gehlen”; en 1956 se convirtió en un organismo oficial del gobierno de la República Federal Alemana, su fundador Reinhard Gehlen fue nombrado general de cuerpo de ejército[28][28].

Mostramos a continuación una muestra incompleta y concisa de atentados y agresiones de grupos de extrema derecha entre 1971 y 1975, ambos inclusive:

1971

Barcelona: Atentado contra la sala de arte “Taller Picasso”; asalto e incendio de la librería Cinc d’Oros

Madrid: apedrean y embadurnan las librerías Antonio Machado,  Cultart  y Visor, en cuyo escaparate había obras del pintor malagueño Picasso; Asalto a la Galería Theo, 25 grabados de Picasso son destruidos;

San Sebastián: fuego intencionado en el  coche del abogado de San Sebastián, don Juan María Bandrés, el coche queda completamente destruido.

Valencia. Botellas inflamables contra la  librería Tres i Cuatre. Ataque  a una asamblea en la facultad de Filosofía y letras

1972

Valencia, incendio provocado en la librería Tres i Cuatre,

1973

Barcelona: Asaltos a la revista Agermanament, publicación en Barcelona del secretariado de Cooperación Interdiocesana del Arzobispado, a  la redacción de la revista El Ciervo, a la  editorial Nova Terra, a los dos  locales de la Gran Enciclopedia Catalana, a la “Central del Libre Catalá”, que centralizan los libros de Ediciones 62 y Península. Hace explosión un artefacto en la librería Viceversa. Fuerte explosión de una bomba de relojería  en la Librería PPC (Propaganda Popular Católica), Estalla una bomba de relojería en el Palacio Arzobispal. Intento de incendio de la revista de humor Matarratos.

Lérida: incendio en la librería Áncora

Madrid:  Atraco a la sede central del Banco Atlántico en la Gran Vía madrileña por el grupo denominado Cruz Ibérica, por un comando de cuatro asaltantes. Agresión de guerrilleros de cristo rey a militantes obreros católicos. Bomba de humo tóxico en la librería Tarántula

San Sebastián: estalla una bomba de efectos retardados colocada en el portaequipajes del coche del abogado don Juan María Bandrés

Santander: atentado contra una sala de arte, las obras y las propiedades del autor; la exposición tenía por título “el mundo, el demonio y la carne”, y compuesta en su mayoría por desnudos femeninos.

Sevilla: es apedreada la librería Antonio Machado

Valencia: librería Tres i Quatre (dos atentados), Librería Ausias March, es arrojado un cóctel  explosivo, librería Pueblo  cuarto atentado

Vizcaya: Se abrió el año 1973 con la lectura en todas las parroquias de la diócesis de Bilbao de un decreto Episcopal por el que se declaraba la excomunión «Latae Sententiaie» sobre un misterioso –no identificado-grupo de personas que habían atacado físicamente a algunos sacerdotes de la diócesis. Apaleamiento de un sacerdote en la Casa Parroquial de Portugalete. Incendio provocado en las dependencias parroquiales de Santa María de Galdácano

1974

Barcelona: Incendio de la distribuidora Enlace. Estalla un artefacto en la Facultad de Teología de San Cugat del Vallés. Atentado contra la parroquia de San José Oriol. Explosión de un artefacto en el cine Balmes donde se proyectaba la película La prima Angélica

El Ferrol: atentado contra un puesto ambulante de venta de libros

Madrid: Un abogado laboralista es agredido por segunda vez; roban doce metros de negativo de la película La prima Angélica; asalto nocturno a la Editorial Guadiana.

Palma: artefacto explosivo contra el Diario de Mallorca.

Santander: incendio de la librería Hispano-Argentina

San Sebastián: atentados contra las librerías Yette y Corcuera

Valencia: bomba en librería Dau al Set

Valladolid: atentado contra el centro cultural Pilarica

1975

Alicante. Atentados contra las librerías Set i Mig y Manantial

Barcelona: acción del G.A.S.: cóctel molotov  a la entrada del Diario de Barcelona. Incendia del automóvil del abogado don Enrique Leira López. Cóctel Molotov contra la Asociación de Vecinos de Sant Andreu. Destrozan una perfumería propiedad de la madre de Magda Oranich, defensora de «Txiki», Atentado contra el restaurante Vía Véneto. Agresión al periodista Sánchez Costa del Diario de Barcelona:. Aparece la Triple A en versión española, varias personas son amenazadas de muerte si no abandonan el país en un plazo de tiempo prefijado. unos desconocidos lanzan una botella inflamable contra las puertas del local parroquial de la iglesia de San Juan Bautista de Sabadell . Asalto a la Facultad de Derecho. Explosión en la librería Balmes. Intento de incendio del teatro Capsa donde se representaba Terror y miseria en el Tercer  Reich de Bertolt Brecht. Atentados a las  librerías Dalla,  Borinot Ros, Epsilon, El Xot, Arrels, y Ona

Madrid, Feria del Libro, el día de apertura unos individuos amenazan a los empleados de la caseta de la librería “Antonio Machado”: Asalto al domicilio de la cantante Masiel, por primera vez el PENS actúa en un domicilio privado. El periodista Anteno del diario Pueblo recibe una fenomenal paliza por individuos autoidentificados como GCR; dos periodistas de Arriba son también apaleados por individuos de la mima organización (GCR) frente a la sede la Asociación de la Prensa de Madrid; dos periodistas de Nuevo Diario son amenazados de muerte. Un grupo de enmascarados, armados con pistolas y metralletas, entran en el despacho del abogado Muñoz Salvadores, y propinan una fuerte paliza a los reunidos. Asalto la Facultad de Ciencias de Información .Ataque a los asistentes a una manifestación  de profesores y alumnos de la universidad ante el Ministerio de Justicia pidiendo amnistía., resultan heridos un profesor (Curiel) y un estudiante con traumatismo en un ojo con hemorragia.

Palma, incendio provocado en las dependencias de EL Diario de Mallorca. Es el tercer atentado en cinco meses contra este diario. Intento de incendio del automóvil de Antoni Alemany, director de Diario de Mallorca

Valencia, Teatro Principal, a la noche unos desconocidos lanzan una bomba desde un automóvil en marcha. Por suerte no hubo desgracias personales. En este teatro se representaba al día siguiente la obra de Bertolt Brecht “Terror y miseria  del  III Reich”. Bomba de explosivo plástico en la librería Universal, quedó completamente destruida. Librería Dau al Set, potente carga de plástico.  Atentados a las librerías La Pau, Ausiàs Marc y Lope de Aguirre, Estalla un explosivo en la puerta de la Facultad de Filosofía y Letras: Asalto de un comando armado con pistola a la Facultad de Económicas. Cuatro estudiantes heridos en la Facultad de Filosofía y Letras

Zaragoza a las tres y media de la madrugada explota una potente bomba en los locales de la librería Pórtico de Zaragoza. Es la segunda vez que sufre un atentado de estas características. Destrozan los locales de la “asociación de propietarios” del barrio La Paz, en realidad los socios de esta asociación eran “propietarios”, en su mayor parte, de chabolas. Asalto y agresión a estudiantes en la Facultad de Filosofía y Letras (dos veces). Asalto y agresión en la Facultad de Derecho.

En la relación del año 1975 hemos omitido deliberadamente las actos realizados en el País Vasco con una clara intención: mostrar que la expresión “guerra sucia contra ETA” es inadecuada e incorrecta en la medida en que tiende a ocultar -no afirmo que deliberadamente por quienes hayan sido sus creadores- una parte del terrorismo de la extrema derecha y/o de las policías paralelas. El denominado terror negro tuvo por escenario a toda España. Ocultar esto deliberadamente y restringirlo exclusivamente al ámbito vasco en el marco de una táctica ilegal para acabar con el fenómeno  de ETA mediante  la eliminación sistemática de sus miembros más destacados es falsear nuestro pasado más reciente, en el mejor de los casos. Por otro lado, no toda la violencia de la extrema derecha realizada en el País Vasco fue contra miembros de ETA, la violencia fue dirigida contra toda la población en general; igual que fuera del País Vasco.  ¿Acaso individuos que actuaban en los grupos ATE no actuaron en Madrid en los asesinatos de final de 1976 y enero de 1977? ¿Acaso el asesinato de Yolanda González en Madrid el 2 de febrero de 1980 no se hizo por miembros del denominado Batallón Vasco Español? ¿Y el atentado contra la Sinagoga de Madrid al finalizar 1976?

Como es sabido el 25 de abril de 1975, coincidiendo con el primer aniversario del ocaso del fascismo en Portugal, fue proclamado el estado de excepción en las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa. ¿Cómo podemos explicar hoy que derechos y libertades quedaban sin efecto si el régimen por génesis y trayectoria vital ya era un estado de excepción permanente?. Dos días antes una bomba destruyó parcialmente los locales de la librería Mugalde en Hendaya. Daba comienzo una oleada de violencia contra todo tipo de disidencia política o cultural estuviera o no relacionada con ETA. Varias  bombas explotaron en París en sedes que no tenían nada que ver no ETA: en el local del CISE (Comité de Información y Solidaridad con España) en la calle Saint Jacques, que presidía  la viuda de Julián Grimau (6 de junio); Ediciones Ebro (16 de junio); sala de fiestas Le Bataclan, frecuentada por emigrantes españoles (29 de junio),  editorial Ruedo Ibérico (14 de octubre); una librería dependiente de la CNT( 17 de diciembre).

Respecto a la situación de las dos provincias vascas afectadas por el estado de excepción reproducimos parte de lo publicado en el boletín I.M., editado por el partido carlista, en su edición especial de mayo de 1975:

«ESTADO DE EXCEPCIÓN EN GUIPUZCOA Y VIZCAYA.

  • Diez mil personas han pasado por comisarías, cuarteles o han sido detenidas en la calle.
  • A los 25 días de suspenderse cinco artículos del Fuero de los Españoles, hay 2000 detenidos.
  • La Plaza de Toros de Bilbao se convierte en recinto para detenidos.
  • Las torturas de la Policía están a la orden del día.
  • Dos sacerdotes al borde la muerte por las palizas recibidas
  • Las metralletas de la represión actúan con impunidad.

Esta es la breve crónica de las primeras semanas del estado de terror declarado en dos regiones de Euzkadi.

[…]

LOS COMANDOS “ANTITERRORISTAS”

Toda esta situación, propia de un régimen dictatorial y policiaco, se vio agravada por la aparición de unos comandos, integrados por “Guerrilleros de Cristo Rey” llegados de otras provincias y dirigidos por la Guardia Civil y bajo su control. No parece estén integrados ni en mínima cuantía por gentes del país,

A) Atentados contra personas físicas.- La más comentada de sus actuaciones fue la que levaron a efecto contra la persona del letrado Don Pedro Ibarra. Es de notar que la decisión adoptada por el Colegio de Abogados de Bilbao fue precedida de diversas reuniones. Un grupo de abogados jóvenes pretendía convocar una asamblea del Colegio pero al final se impuso el criterio de que había que forzar a la Junta y al Decano a intervenir, como así lo hicieron.

Menos conocidas son las circunstancias que han rodeado el apaleamiento del sacerdote de Portugalete, P. Domínguez Echaniz. El citado sacerdote es conocido miembro de la Hermandad Sacerdotal Española y calificado como un cura tridentino de derechas, del régimen y que se distinguía por afirmar que la policía no pegaba y por hablar más del clero joven. El citado sacerdote fue sorprendido en la Parroquia de Portugalete por un comando. Pronto hizo juramento de su adhesión al Régimen, dando los correspondientes vivas, a lo que le contestaron: “todos decís y gritáis lo mismo”. En realidad este atentado demuestra que los componentes del comando eran de fuera ya que el P. Echaniz es sobradamente conocido, así como que se trató de un error, ya que ellos buscaban a los curas de Portugalete y no estaba ninguno. Los sacerdotes de Portugalete se encuentran escondidos.

También hay que destacar los atentados frustrados que se intentaron llevar a efecto contra los letrados Pilar Vilá y Mendoza, así como el pretendían perpetrar en el domicilio de letrado hace años fallecido Echevarrieta.

B) Atentados contra establecimientos comerciales.- Comenzaron el día 7 de mayo y parece ser que en estos momentos es el objetivo de los comandos. La relación de los mismos es la siguiente: Establecimiento Zubiri, dos veces ametrallado.

Joyería Ágata (propiedad de Artuneche, en prisión), una vez atentado con pintura inflamable y la otra ametrallado.

Clemente, boutique del casco viejo, ametrallada.

Joyería Toiko, ametrallada, al parecer por error.

Chokia, ametrallada. Este establecimiento se cree es propiedad de la familia Aya, pero la mayoría pertenece a la familia del Conde de Arteche.

Establecimiento en Guernica de Adela Garteiz situado en el lugar más céntrico de la ciudad, bomba.

C) Atentados contra librerías, distribuidoras y editoriales.- Librería Herriak, ametrallada.

Distribuidora San Miguel (afín y controlada por el PNV), ametrallada.

Editorial IKER, dedicada a editorial y distribuidora de material para Ikastolas, destrozada. En los locales sito en un piso destruyeron todo el material entre el que se encontraba un diccionario con más de 15000 fichas que fueron destruidas. Las pérdidas fueron cuantiosas.

D) Casas destruidas.- Chalet en Plencia de la Vda. de Echagaray, por bomba. Chalet de la familia Arámburu, por bomba. Caserío estudio del pintor Ibarrola, en Ibarranguelea, incendiado durante el día.

E) Vehículos incendiados.- Fueron incendiados cinco vehículos con matrícula francesa, casi todos ellos propiedad de emigrantes.

F) Entrada armada en la Universidad.- Dos comandos capitaneados, según se dice, por un policía entraron en las facultades de Sarrico y Lejona metralleta en mano.

G) Atentados contra bares.- En Basquio, los bares Joshe Mari y Kiroleta, ametrallados. En Durango, el Guro Kabi, por bomba. En Mundaca, el bar Pedro, ametrallado. En Bilbao fueron amenazados diversos establecimientos para que cerrasen de inmediato, órdenes que fueron atendidas excepto en el caso del bar Gotzone, saltando la luna de su establecimiento un ladrillazo.

[…]

El régimen franquista, que durante sus 36 años de usurpación del poder ha intentado, con todos los medios a su alcance, desprestigiar al gobierno de la Segunda República, está llevando a cabo una de las mayores represiones que se conocen contra la Iglesia Católica, creando una situación de terror que en aquella época de la República nunca existió.»

 

El estado de excepción finalizó él 26 de julio del mismo año. Al mes siguiente el gobierno aprobaba un Decreto Ley Antiterrorista  que suponía en la práctica la extensión a todo el territorio español de las medidas del estado de excepción último.

El día cinco de octubre de 1975 era asesinado Ignacio Echave Orobengoa, en el “Hostal Echave Enea”  de Elorrio, situado en la carretera de Elorrio a Mondragón , que como es notorio está localizado en Vizcaya y no en Francia, como un periodista escribió haces unos años. Un hermano de Ignacio había pertenecido a ETA y se encontraba exiliado. Otro hermano del asesinado era concejal en Mondragón. Al entierro asistieron el Presidente de la Diputación Provincial, el alcalde de Mondragón y numeroso público, entre el que se encontraban el padre, dos hijos, y varios hermanos del asesinado. El Hostal ya había sufrido dos ataques, una bomba el  11 de mayo, cóctel explosivo y ametrallamiento el 27 de julio. La violencia ultra daba un paso adelante con esta muerte.

El mismo día se realizaban  tres atentados en Barcelona y uno en Sevilla: El día siete en San Juan de Luz en circunstancias todavía no esclarecidas, aparecen muertos tres miembros de ETA[29][29]. Al día siguiente, en Barcelona, sucedía el  suceso del Cuartel de la Verneda donde murieron cinco personas en dos extraños cruces de disparos..

La ola de violencia daba un salto no sólo cuantitativo, sino también cualitativo. Este incremento iba paralelo a la larga agonía del dictador, y se producía también en la instancia legal represiva. Según el boletín I.M. del Partido Carlista[30][30],  durante 12 días , y según la prensa  legal:, se habían producido, 38 actos de amenazas represivas., 93 detenidos., 3 heridos (uno grave), 8 multas gubernativas., 3 asaltos., 3 procesamientos.,1 tortura denunciada., 17 medidas contra diarios y revistas.

Con motivo de la violencia desatada en Barcelona la primera semana de enero de 1976 (entre otros, los atentados en la escuela Benjamín de la Trinidad Nueva , a la Asociación de Vecinos de Sant Andreu, al Centro Social de La Florida, a la librería Publia, Asociación de Vecinos del Turó de la Peira donde uno de sus socios fue apaleado, a la parroquia de Sant Crístofól de Terrassa, y  los destrozos y apaleamientos en la feria navideña de arte popular) la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Nueve Barrios, dio a conocer un texto, suficientemente esclarecedor, sobre estos y otros atentados acaecidos en Barcelona, en el que dicen:

»LOS ATENTADOS DE LA ULTRADERECHA

Queremos llamar la atención sobre la naturaleza de estos ataques, ya que es muy fácil ver contra que van y a que intereses sirven. Estos pequeños grupos fanáticos van di­rectamente contra la mayoría de la población y están objetivamente al servicio de las minorías que detentan hasta hoy el poder económico y político en beneficio de sus propios inte­reses. Esto se descubre claramente al analizar:

– la clase de instituciones que atacan: se trata siempre de Asociaciones Cívicas y Culturales que promueven en medio de toda clase de dificultades la convivencia ciu­dadana, las mejoras populares y la defensa del bien común), de instituciones de la Iglesia renovada (que se ha ido distanciando del poder y acercándose al pueblo), de librerías y Es­cuelas que trabajan por la elevación del nivel cultural de nuestra sociedad.

-Los métodos que emplean: el anonimato y la cobardía (que implica una falta de razones convincentes), las amenazas e insultos (que indican una carencia total de espíritu de convivencia y respeto), la destrucción. y el incendio (muestra clara del espíritu negativo que les anima), y el terror (que intenta acobardar a la gente para que ac­túe por miedo y no con libertad y con razones).

– Las complicidades y protección con que cuentan: se ha comentado repetidas ve­ces y subrayado con frecuencia, que los terroristas de derecha nunca eran descubiertos, mientras que cualquier otra persona o grupo que actúe bajo cualquier organización que no sea ­de la extrema derecha recibe inmediatamente todo el rigor de la represión

Es evidente que las frases pretendidamente patrióticas o falsamente religiosas con las que atacan e insultan no son otra cosa que cortinas de humo que encubren el egoís­mo de los que creen, con razón, que sus abusivos privilegios corren peligro.

Los grupos ultras saben muy bien que no tienen fuerza ni razones para combatir el movimiento creciente que se desarrolla en el país en favor de la libertad y de la par­ticipación. Pero su táctica es hábil: piensan que con sus agresiones de claro extremismo derechista crearán en muchos ciudadanos la impresión de que las entidades atacadas (Asocia­ciones, librerías, parroquias, centros y escuelas) representan a la extrema izquierda. De este modo, pretenden crear la idea, ante una mayoría ingenua de ciudadanos, de que existe una guerra entre dos extremismos, ambos rechazables. Así pueden hacer que nazcan la sospe­cha y la duda contra las entidades atacadas, a fin de que la gente se aleje de ellas y pier­dan prestigio y fuerza. Con lo cual, piensan, los intereses populares quedarán sin defensa.»[31][31]

 

Montejurra: un crimen de Estado

Si la sospecha se enraíza en las instituciones, habremos dado el paso definitivo para instaurar un régimen de terror.

L’Espresso, mayo de 1981

 

Con lo hasta ahora escrito es suficiente para entender cual era  la situación en la que tuvo lugar la agresión fascista en la concentración carlista de Montejurra el 9 de mayo de 1976.

En primer lugar, dos cuestiones previas, sobre los sucesos de Montejurra.

Una, no fue un enfrentamiento, al menos en el sentido  de dos bandos que coinciden intencionadamente, ambos,  en un lugar con la finalidad de iniciar una lucha a causa de un disputa o rivalidad.  En 1976, salvos algunos ministros del gobierno, la opinión general era la de una agresión. Y ahí están las hemerotecas para quien tenga alguna duda. Por  ejemplo, Blanco y Negro lo calificaba de “Criminal atentado terrorista”; ABC,  “producto de una acción criminal, fría y premeditada”; El Pensamiento Navarro, “vil asesinato cometido por unos pistoleros”. Se podía añadir más, pero teniendo en cuenta que las dos primeras publicaciones estaban ligadas a la causa monárquica que representaba Don Juan de Borbón, y que el Pensamiento Navarro, si bien había sido un diario carlista, desde mediados de 1970, en que los poseedores nominales de las acciones  se negaron a ponerlas a disposición de su legítimo propietario la Junta Carlista de Navarra, dejó la disciplina del Partido y de hecho se convirtió en una publicación del más rancio integrismo. El  general Sáenz de Santamaría, entonces general de brigada y Jefe del Estado Mayor de la Dirección de la Guardia Civil, en un texto al cual después nos referiremos, se refiere a los acontecimientos como “agresión prevista”. Tan prevista que la organización de la vuelta ciclista a España cambió el itinerario en la duodécima etapa Pamplona-Logroño; estaba previsto que el domingo nueve pasara por Estella, y se cambió por Tafalla[32][32]. Obviamente con este cambio se eliminó la posibilidad de que hubiera miles de testigos ajenos a los hechos. Y, claro está, alguien con la suficiente credibilidad por su cargo informó a la organización citada para que realizara tal cambio de itinerario. Pero, además, contamos con testimonios de algunos de los fascista italianos que intervinieron en la agresión o bien estuvieron presentes. Sobre el particular, uno de ellos, Marco Pozzan, en su deposición  ante un juez en Italia afirma: «Recuerdo que, con motivo de una manifestación en Montejurra, Caccola [se refiere a Stefano Delle Chiaie] y su grupo organizaron un enfrentamiento con facciones opuestas. Para que no pareciera una intervención represiva, violenta e injustificada de la policía española, debían crear desórdenes y provocaciones. En aquella ocasión se produjeron incluso muertos. Esto sucedió en 1976»[33][33] A Pozzan, en 1977, se le consideraba un agente de los servicios secretos italianos[34][34]. Otro, Giuseppe Calzona, miembro activo de ATE y, después, del GAL, en un informe de la sección interna de la Brigada de Información Exterior, dependiente de la Comisaría General de Información y fechado en el 20 de julio de 1984, reconoce que los miembros de su grupo recibieron  el encargo de ir a Montejurra «por si se les necesita»[35][35].

La segunda cuestión es que las dos víctimas mortales de la acción terrorista eran carlistas. Esto viene al caso por el infundio que la extrema derecha, el integrofascismo en particular, en forma de rumor, sin aclarar quien lo afirma ni que prueba documental aduce, comenzó algún tiempo  después diciendo que las victimas no eran carlistas sino comunistas, como queriendo justificar , más o menos, los asesinatos. Poco precisos, estos abanderados de la mentira como arma política –y ojalá fueran la única arma que usaran- a veces se refieren a una de las victimas, a veces a la otra; otras veces de la militancia de una en la ORT, otras en el MC, otras en el PTE, y otras como comunistas sin especificar más. Pues bien, en las hemerotecas también están las colecciones de prensa clandestina de la época, y quien esto escribe conserva, entre otros, los ejemplares de los órganos oficiales periódicos de estos partidos, y de otros, en los que se informa de la agresión sufrida en Montejurra; ninguno de estos partidos reivindica como propia la militancia de alguna de las víctimas de Montejurra. Por otro lado, si fuera cierto que alguna, o las dos víctimas mortales, pertenecieran a otra organización clandestina,  o no pertenecieran a ninguna ¿qué?. Un crimen siempre es un crimen. Tratar de justificarlo por que la víctima es comunista no es sino el reflejo inconsciente, en el mejor de los casos, de quien cree que las diferencias políticas y las aspiraciones sociales deben resolverse, como “la solución final”, en el campo de concentración. Finalmente, recordar que el Montejurra 76 fue convocado bajo el lema “Una cita para el pueblo” y el Partido Carlista, en su legítimo derecho de organizador del acto, invitó a asistir a toda la oposición democrática.

El 23 de abril de 1976 se solicita al Gobierno Civil de Pamplona autorización para celebrar un acto político en la plaza de toros de Estella, el 9 de mayo de 1976 a 5 de la tarde. La autorización del acto es denegada por el Gobierno Civil.

En la semana anterior al 9 de mayo, el ministro español de asuntos exteriores entrega un mensaje verbal al embajador de los Países Bajos en Madrid, dirigido a su ministro de Asuntos exteriores, para que éste comunique al gobierno holandés, que si Don Carlos Hugo y Doña Irene de Borbón Parma asisten al acto de Montejurra, el gobierno español no responde de su seguridad personal.

Los días 6 y 9 de mayo el jefe regional de Navarra del Partido Carlista y el Presidente de la Hermandad del Vía Crucis de Montejurra visitan al gobernador civil de Navarra. En ambas ocasiones ponen en su conocimiento la existencia de grupos armados en la ciudad de Estella y en Hostal de Irache, solicitando sean desarmados, y que igualmente se tomen medidas para que ninguna persona con armas asista a los actos del domingo. El gobernador civil les contestó que no puede hacer nada porque sus poderes son delegados de Madrid y necesita recibir órdenes del Ministro de Gobernación.

Martes 4 de mayo: desde el Gobierno Civil de Navarra se encarga al Hostal Irache la reserva de veinte habitaciones a nombre de Ramón Merino, destacado miembro de Unión Nacional Española (UNE). Ese mismo día llegan al hostal un grupo formado por portugueses, italianos, argentinos y cubanos. En días posteriores llegan más personas que ocupan otras veinte habitaciones. Durante los días que permanecen en el hostal dejan ver sus porras, pistolas y metralletas encima de las mesas. El director del hostal, asustado, envía a su familia a Bilbao y posteriormente recibe una visita del servicio de miembros del servicio de la información de la Guardia Civil, acompañados de Mariano Sánchez Covisa, que le tranquilizan diciendo que todo aquello es legal.

Jueves 6 de mayo: la Guardia Civil comienza a proteger  los exteriores del Hostal Irache, por la noche pintada en Pamplona «Montejurra Rojo no», «Moriréis EKA»

Viernes 7 de mayo por la tarde un grupo de carlistas suben al monte para inspeccionar el recorrido y estado de las Cruces, advirtiendo que en todas ellas se ha pintado la hoz y el martillo, al bajar se cruzan con tres personas con acento sudamericano. Esta misma noche parte de los ocupantes del Hostal acampan en la cumbre de Montejurra.

Sábado 8 de mayo: llega la Hostal un microbús con matricula italiana: Por la tarde un grupo de carlistas suben a borrar las pintadas que profanan las cruces y a adecentar, como todos los años, la gruta donde ha de celebrarse la misa. Al alcanzar la cumbre son amenazados con pistolas por el grupo allí instalado. Al bajar denuncian lo sucedido a la Guardia Civil, pero son detenidos sin ninguna acusación hasta el domingo por la noche

Domingo 9 de mayo: momentos antes de la salida del Vía Crucis, en la explanada frente al monasterio de Irache, un grupo de cerca de un centenar de personas que previamente se ha diseminado entre los carlistas, a una señal convenida de silbato atacan con porras y garfios a los carlistas allí concentrados que reaccionan utilizando los puños y, los que tenían, bastones de montaña como armas defensivas. La defensa es tan fuerte que obliga al grupo agresor a huir. Los resultados de esta primera parte de la agresión son un herido de bala, que posteriormente fallecería, y varios heridos, algunos graves, por contusiones de golpes y pedradas.

Comienza el Vía Crucis en un clima de gran tensión.  Desde la ladera que bordea el estrecho camino que conduce desde el monasterio a la campa, grupos de personas insultan a los participantes en el Vía Crucis presuntamente con la intención de provocar una reacción violenta de éstos. En la campa está concentrada una fuerza considerable de Guardia Civil y Policía Armada, junto a ellos los integrantes del pasaje de dos autobuses que se atribuyen a Fuerza Nueva de Madrid. En la campa continúan los insultos provocadores.

Se inicia la ascensión, varios carlistas descubren que arbustos situados a ambos lados del sendero que conduce a la cumbre han sido cortados, lo que supone una dificultad para mantener el equilibrio para las personas que están subiendo. Don Carlos Hugo, que ha entrado clandestinamente en España, se incorpora al Vía Crucis. Cuando la cabeza del Vía Crucis está acercándose a la cima, desde ésta se dispara con una ametralladora MG 42, subfusiles y pistolas automáticas contra los carlistas. Los jóvenes que van a ayudar a la celebración de la misa que se iba a oficiar, como todos los años, en la ermita de la cumbre, que se adelantaron al Vía Crucis para realizar los preparativos, son amenazados y obligados a retirarse, la cesta que contiene los objetos litúrgicos es arrojada por los agresores por la ladera del monte. Resultado de esta segunda parte de la agresión, un muerto en el acto y cerca de veinte heridos de bala. Los agresores bajan apresuradamente por el sendero llamado Camino de los Cañones, en su huida dejan abandonadas varias cajas de munición con la inscripción «pirotecnia militar». Los carlistas celebran la tradicional misa con pan ordinario y vino de una bota.

El acto político, posterior a la misa, no puede celebrarse. Al acabar el descenso hablan a los carlistas Irene de Borbón y José María de Zavala, secretario general del Partido Carlista. La consigna general impartida: no responder a las provocaciones. A pesar del considerable contingente de fuerzas de orden público estas no practican ninguna detención entre los miembros de los grupos agresores, pero al atardecer serán detenidos, por tiempo variable, grupos familiares de carlistas incluidos los niños.

La agresión de Montejurra  se diferencia de otros atentados fascistas porque posee unos rasgos singulares propios:

1) La iniciativa surgió, entre otros,  de Antonio María de Oriol y Urquijo, a la sazón presidente del Consejo de Estado, y del general Campano, entonces director de la Guardia Civil, según testimonio escrito del  general Sáenz de Santamaría[36][36].

2) Intervinieron al menos tres Ministerios, Gobernación, Presidencia del Gobierno, y Secretaria General del Movimiento. El general Sáenz de Santamaría incluye a todo el Gobierno:

«Bajo la intención genérica de «reconquistar Montejurra» y arrebatarla a los que calificaban de rojos-marxistas, consiguieron que el Gobierno Arias-Fraga tomase en consideración la propuesta de organizar la operación tendente a dicha «reconquista». La operación recibió el nombre clave de «operación Reconquista».

«Para ello se establecieron contactos entre organismos como el SECED (Servicio Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno y antecedente del actual CESID), la Guardia Civil   […] Las reuniones fueron coordinadas por el propio Ministerio de la Gobernación, cuyo titular era Manuel Fraga».

3) Se hizo una campaña previa tanto de manipulación  informativa, como de captación de elementos; según el general Sáenz de Santamaría:

«Se adoptaron medidas tendentes a dar la impresión de que se trataba de una reconquista civil de los verdaderos Requetés, fieles a la tradición, que con su «fortaleza moral y política» -como diría después el diario ultra El Alcázar- habían rechazado a los traidores de la verdadera ideología carlista.

Para lograrlo, el Gobierno encargó al SECED la propaganda del acto, concentrando a simpatizantes en la zona de Montejurra -monasterio de Irache – a base de ofrecimientos económicos y de facilitar medios de transporte.»

La campaña incluía también una acciones de previo amedrantamiento: del Gobierno Civil de Pamplona por boca de un alto funcionario salió la orden «Pintarme bien Pamplona», que se tradujo en multitud de pintadas «Montejurra rojo, no» realizadas por un grupo que encabezaba un tal Quintana con sprays procedentes de un centro oficial[37][37]. También  se realizaron otras pintadas con el texto «EKA: MORIRAS EL 9-5-76, G.C.R.», y se enviaron anónimos con todo tipo de amenazas a dirigentes y militantes del partido carlista en Navarra.

4) La financiación no sólo fue con medios estatales, sino también privada; según el general Sáenz de Santamaría:

«La financiación de la operación corría a cargo del señor Oriol y Urquijo, quien depositó en diversas entidades bancarias de Santander, Vitoria, Logroño, Pamplona y Burgos, cantidades destinadas a sufragar los desplazamientos de los simpatizantes»

Después de producirse el ataque en la campa y el disparo contra Aniano Jiménez, Antonio María de Oriol fue interpelado por un carlista con estas palabras « ¿En esto emplea usted su dinero, en provocar que nos maten?», Oriol, «totalmente demudado», respondió: «Tiene usted razón»[38][38].

5) Acudieron y participaron en la organización tanto organizaciones e individuos del fascismo indígena como del foráneo; dice el general Sáenz de Santamaría:

«Por otra parte, organizaciones ultraderechistas como los Guerrilleros de Cristo Rey-de Sánchez Covisa, Fuerza Nueva y otras, contactaron con miembros de la Internacional Fascista italiana, con la Triple A argentina y otras organizaciones similares. Esto posibilitó que acudiesen a Montejurra conocidos miembros del fascismo italiano como Stéfano della Chiave [Delle Chiaie]. Augusto Chanchi [Cauchi] y el argentino Rodolfo Almirón, que más tarde sería escolta de Manuel Fraga. En Montejurra apareció por primera vez el mercenario Jean Pierre Cherid.»

6) La intervención directa de varios gobernadores civiles, principalmente el de Navarra[39][39]. El día 4 de mayo Ramón Merino López, del Consejo de Fundadores de UNE (Unión Nacional Española, partido presidido por Gonzalo Fernández de la Mora e integrado en  la Alianza Popular) reservó veinte habitaciones en el Hostal a través del entonces gobernador civil de Navarra José Ruiz de Gordoa[40][40].Quien hizo la gestión fue la propia secretaria del Gobierno Civil; la funcionaria que cuenta esta circunstancia al juez, recibe luego presiones y pide finalmente la excedencia[41][41] . El día 5 de mayo El gobernador civil de Navarra cenó con Gonzalo Fernández de la Mora, perfilando los  detalles y según testigos presénciales allí se comentó: «No habrá problemas, la Guardia Civil tiene ordenes de no intervenir»[42][42].

7) Armamento: el comando apostado en la cima disponía de armas y municiones reglamentarias del ejército: dos fusiles ametralladores, cuatro subsfusiles Z-45, dos pistolas ametralladoras, ocho pistolas automáticas, y una ametralladora media MG-42, algunos llevaban incluso granadas de mano. El día 4 de mayo unos altos ejecutivos de Navarra vieron asombrados como se descargaba de un Land-Rover con matrícula de Huelva la ametralladora MG-42 de 7,62 mm con trípode incorporado, de uso reglamentario en el ejército; cómo la Guardia Civil presenciaba la operación, pensaron que era algo legal[43][43]. En la cumbre quedaron casquillos de balas y una caja de cartón con la inscripción: Pirotecnia militar. 25 cartuchos-9mm para subfusil ametrallador Schmeisser y pistola Parabellum[44][44].

8) Los individuos que participaron tanto en la provocación y agresión en la campa de Irache, como  los que dispararon desde la cumbre de Montejurra formaban banda armada y estaban encuadrados militarmente, según Sentencia del Dr. Guido Salvini de tres de febrero de 1998[45][45]:

«Banda armada formada por ciudadanos franceses, ya miembros de  la  O.A.S., y de españoles, portugueses, italianos y americanos adiestrados en las técnicas de desinformación, infiltración, guerra psicológica y sabotaje, en las técnicas de seguimiento, secuestro, interrogatorio y  fichado de adversarios políticos, la habilitación de bases en que hospedar a fugitivos de varias nacionalidades y a la confección de documentos falsos.»

«Además adiestrados en el uso de armas, entre ellas  metralletas recibidas de los Servicios Especiales españoles y a la confección, transporte y empleo de explosivos, entre ellos  explosivos franceses de procedencia militar».

«Stefano DELLE CHIAIE  organizando además, con la participación de RICCI, CARMASSI, VINCIGUERRA, CICUTTINI y otras personas, el secuestro y el interrogatorio de Cayetano Orlando a Madrid en el junio de 1974 y además organizando la presencia con armas de numerosos italianos, entre ellos CAUCHI, CALZONA, RICCI, CARMASSI, CICUTTINI y otros, encuadrados militarmente, en la manifestación de Montejurra (Navarra) del 9.5.1976 y la participación de los mismos en el tiroteo concluido  con el homicidio de dos militantes carlistas seguidores del Príncipe Carlos Hugo.»

«Banda armada operante en España, en los enfrentamientos con los adversarios políticos, en Portugal, (bajo el nombre de E.L.P.), en América Central, en los Azores, en Angola, en Italia, en Francia, en Alemania y en Gran Bretaña (con referencia a los atentados contra la  Embajadas de Argelia cometido en el primavera-verano del 1975), y con sede, de la mitad de los años 60, en Lisboa y, a partir de la mitad del 1974 cuanto menos hasta a la primera mitad del 1977, en Madrid.»

«Sin embargo, sobre la cima de la colina se desplegaron don SIXTO y un centenar de seguidores no solos españoles, (entre ellos muchos católicos tradicionalistas del grupo Guerrilleros de Cristo Rey), sino también argentinos, portugueses, franceses y sobre todo italianos, encuadrados militarmente y armados de bastones y pistolas. »

«El grupo bloqueó de repente el camino a los manifestantes que estaban subiendo y, después de un breve cambio de invectivas, los seguidores de don SIXTO abrieron el fuego matando a dos jóvenes demócratas e hiriendo a numerosos otros.»

[…]

«Central, ya desde los primeros días, apareció en todo caso el papel de los italianos llegados, sobre todo, de Madrid y en efecto en algunas fotografías disparadas al momento de la agresión y publicadas en parte también en  semanarios  italianos, están bien visibles, encuadrados en el grupo paramilitar, Stefano DELLE CHIAIE y Augusto CAUCHI, este último con gafas negras y el rostro semicubierto con un pañuelo.»

[…]

«Decisiva, en aquel día, fue por lo tanto la presencia de los italianos encuadrados por Stefano DELLE CHIAIE, apoyados por la Guardia Civil, y entre los que hubo la infalible presencia de un militar o sea  de un Oficial de la Folgore».

[…]

«La acción del 9.5.1976 en Montejurra es por lo tanto muy indicativa del carácter operativo de la estructura armada constituida en Madrid por Stefano DELLE CHIAIE con los demás exiliados, estructura de servicio lista para ponerse a disposición de las fuerzas de seguridad española todavía ligadas, por mucho tiempo incluso después de la muerte del general FRANCO, a las ideologías y a los métodos del viejo régimen que se esforzaba  para no desaparecer.»

9) La operación fue coordinada militarmente por un oficial de las fuerzas especiales italianas, concretamente de la Brigada Paracaidista La Folgore, según testimonio de Gaetano Orlando. Este antiguo jefe del MAR, estuvo alojado en el Hostal Irache, aunque afirma que no participó en los enfrentamientos. Declaró sobre lo sucedido ante varios jueces italianos.

En el Juzgado de Instrucción de Bolonia[46][46]:

«En España he sabido que Delle Chiaie ejecutó acciones terroristas  atribuidas a los vascos. No digo que materialmente Stefano Delle Chiaie  las haya ejecutado, pero sí  que él fue el organizador y que  utilizó a su gente. Gozó del apoyo del Guardia Civil, como he tenido relativamente modo de constatar en los hechos de Montejurra. Fueron ejecutados atentados, secuestros de persona y otros hechos criminales  que fueron adeudados luego a Eta. Los hombres de Delle Chiaie no obraron sólo a Madrid, sino también en San Sebastián, en Barcelona y en otras localidades de España. Estas noticias sabidas  acerca de la acción de Delle Chiaie en España me han formado en mí la convicción que también en Italia ha sucedido algo análogo Espontáneamente añado, luego que Delle Chiaie me condujo a Monteyura, en el aniversario de la victoria carlista. Recuerdo que estuvo presente también el comandante De Rosa de la Guardia Forestal al  que yo mismo le acompañé a Monteyura en el coche. Allí Stefano me presentó a Sisto Quinto a Monteyura donde también estaba Cauchi. Por la ocasión Delle Chiaie fue abastecido de jeeps  cargados de armas confiadas por la  Guardia Civil española.»

«Yo y De Rosa quedamos en hotel,  mientras Delle Chiaie, Cauchi y otra decena de italianos cuyos nombres no han emergido nunca fueron fuera a bordo de los jeeps. Lo que ha sucedido luego ha sido reconducido sobre todos los periódicos. Delle Chiaie, además, en España ha hecho otras operaciones que les han sido atribuidas a los vascos, pero yo no he asistido a éstas. Además he sabido  que estaría implicado en el homicidio de algunos vascos.»

En el Juzgado de Milán[47][47]:

«Por cuánto atañe mi período en España, insisto que el único hecho al que asistí personalmente, fue aquel de Montejurra, como ya lo he señalado al G.I. de Bolonia.

«La localidad está a unos 100 kilómetros de Madrid pero yo, mientras los hechos ocurrieron sobre la montaña, quedé en el   hotel Montejurra junto al mayor De Rosa, que estaba fugitivo por los hechos del golpe Borghese.

«Él quiso ir a ver, pero yo logré retenerlo.

«En todo caso vi partir los jeeps con las armas y el grupo de los italianos.

«Los jeeps y las armas fueron entregadas directamente por la Guardia Civil.

«Estuvieron al menos diez o quince italianos y entre ellos, como es sabido, Cauchi, Cicuttini y algunos calabreses, vénetos y toscanos.

«Como es conocido, también estuvo Stefano Delle Chiaie que fue bautizado general sobre el campo de Sixto V de Borbón con la entrega del «bastón de mando » de general.»

(ORLANDO, dep. a este Despacho, 17.1.1992, f. 3).

«Puedo añadir que aquel día, entre los italianos, estuvo presente un Mario, calabrés, de que no conozco el apellido pero en todo caso recuerdo que estaba casado con cierta Rosa, italiana, y se dijo que había formado parte del grupo de fuego;  este me consta personalmente aunque no lo he visto disparar personalmente;  fue uno de aquellos a que vi personalmente en la entrega de las armas de la Guardia Civil.»

«Estaba  también  Mario RICCI el que era  llamado Carlo en España y puedo añadir que este Mario RICCI, alias Carlo, lo encontré por casualidad, posteriormente, en Asunción en Paraguay.»

«Estuvo un oficial de las fuerzas especiales italianas, es decir un militar, que coordinó la entera operación de Montejurra, tanto con mapas y con  indicaciones,  en cuánto aquel día tenían  que ser operativos justamente los italianos, mientras que para los españoles fue sencillamente un desfile. »

«Este Oficial está todavía vivo, por cuánto me consta.»

«A la época fue un Oficial de la Folgore y coordinó, insisto, la entera operación bajo el perfil militar;  no sé decir si se trata de persona implicada aquí en procesos en Italia. »

«No me apetece   revelar la identidad de este Oficial.»

(ORLANDO, dep. a este Despacho y al G.I. de Brescia, 5.6.1992, f.3 y reverso.9)

En fecha 19.10.1992 Gaetano ORLANDO añadió otros detalles:

«Puedo precisar mejor cuanto sobre el hecho ya hube declarado».

«La entrega de los armas y de los jeeps – que fueron dos – de parte de la Guardia Civil al grupo operativo, formado sobre todo de italianos, ocurrió delante del hotel en el cual yo y el mayor De Rosa nos  alojamos y yo, de mi punto de observación en la zona del hotel, vi directamente este momento de las entregas.»

«Preciso que el hotel se encuentra a unos  seis  o siete kilómetros de la cima de la colina.»

«Otro italiano que hubo a Montejurra y de que no hablé nunca hasta ahora es Piero Carmassi.»

Vincenzo Vinciguerra, miembro de Avanguardia Nazionale, condenado por su participación en el atentado de Peteano di Sagrado ocurrido el 3 de mayo de 1972, en el que murieron tres carabinieri también declaró ante el juez Salvini de Milán; su declaración está recogida en la sentencia ya citada[48][48]:

«Volví de nuevo a España solo  por un par de días hacia fines de abril/mayo 1976 y sólo para participar en una reunión en Madrid relativa a hechos internos de Avanguardia Nazionale y en la que estuvieron otros italianos.»

«Después de la reunión Stefano Delle  Chiaie aludió a la próxima  manifestación de Montejurra pero yo había decidido no quedarme  en España y regresé a Roma.»

«Por consiguiente tengo noticias sólo indirectas y puedo decir que estuvo Mario RICCI, como dice Orlando, y que Mario el calabrés no es otro que Giuseppe Calzona de cual he hablado y que precisamente usaba  Mario como nombre de cobertura.»

«Del episodio puedo decir que se desarrolló con una presencia masiva de italianos tanto de Avanguardia Nazionale como de Ordine Nuovo y qué fueron tomadas  medidas de carácter militar que incluían, entre otras, también el eventual empleo de una ametralladora, pero sumados todos los incidentes, fueron reducidos respecto a aquellos que fueron programados .»

 

***

 

Tanto el texto del general Sáenz de Santamaría, como la sentencia  citada del Dr, Guido Salvini confirman la presencia en Montejurra de Eduardo Almirón Sena, Stefano Delle Chiaie, Augusto Cauchi, Carlo Cicuttini, Mario Ricci, Giuseppe Calzona, Piero Carmassi, Gaetano Orlando, comandante De Rosa.  Los nombres de la mayor parte de ellos ya habían sido relaciones con los sucesos de Montejurra en diversas publicaciones periódicas españolas y algunos libros. El general Sáenz de Santamaría, en su texto, se mostró algo parco a la hora de dar nombres, sin embargo ratificó, lo que ya se había dicho en Cambio 16,  la presencia del argentino Eduardo Almirón Sena que tiempo después ejerció de guardaespaldas de Manuel Fraga. El Dr. Guido Salvini confirma algunos nombre conocidos y añade otros en base a declaraciones de testigos, aunque según testimonio de G. Orlando, él y Mario Rosa permanecieron en el hostal. A estos nombres hay que añadir algunos otros como Pier Luigi Concutelli[49][49], Marco Pozzan[50][50], Salvatore Francia[51][51]-este ha negado su presencia en Montejurra-, José Vicente Labia[52][52], Emilio Berra[53][53], Juan Ramón Morales[54][54], Mario Pellegrini[55][55], José María Boccardo Román[56][56], Jorge Cesarsky[57][57],  Elio Massagrande[58][58], y otros menos conocidos.. Unos vinculados a la Triple A argentina, otros a Ordine Nuovo, a la OAS, y a las tramas negras españolas que con diferentes siglas (GCR, PENS, GAS, ATE; BVE; GAL las más conocidas) actuaron desde 1969. Algunos personalmente lo han reconocido, otros han sido relacionados por los testimonios de compañeros, por sus familiares,  e incluso  un oficial de la marina española testimonia esta relación con la denominación de “braseros”[59][59] en referencia directa a Boccardo, Ricci y Cherid.

En agosto de 1986, el juez de Venecia Felice Casson, en una instrucción sobre el atentado de Peteano di Sagrado  dedicaba un capítulo completo a las conexiones en España de la denominada Internacional Negra. En base a las declaraciones de Sergio Calore (10 de marzo de 1984), el juez afirmaba que se pueden deducir convincentes conclusiones:

1.     «Al menos desde 1968 existía en España una estructura de apoyo y cobertura de los exiliados italianos de extrema derecha en rebeldía»

2.     «Dicha estructura no hacía distinciones entre los pertenecientes a uno u otro grupo subversivo en Italia»

3.     «Basaba su propia seguridad, a su vez, en las garantías prestadas por ambientes de la policía, de la Guardia Civil y del Ejército españoles durante la época franquista, y después de la muerte de Franco, por sectores golpistas y ciertamente nostálgicos, vinculados  a los aparatos estatales anteriormente indicados, así como a órganos de los servicios de información y de la magistratura»

4.     «Dicha conexión, además de su naturaleza ideológica, era, indudablemente de tipo logístico, en el sentido que permitía a los ambientes más retrógrados del régimen franquista gestionar operaciones en absoluto limpias, como por ejemplo,  las relativas a las conocidas provocaciones llevadas a cabo durante los actos carlistas de Montejurra, el conjunto de atentados contra los vascos de ETA  que fueron definidas sintéticamente por los propios españoles como guerra sucia – y todas las demás actividades típicas de los servicios informativos acerca de personas, periódicos, grupos y organizaciones políticas»

Casson añadía en su instrucción que «de las declaraciones efectuadas, surge la entidad y la calidad de la estructura protectora y de apoyo existente en España en interés de los italianos de extrema derecha»[60][60]


[1][1] CALVO SERER, R., Franco frente al Rey, París, 1972, pág. 242

[2][2] Según Paul Wilkinson en su libro The new fascists (Los nuevos fascistas, 1974, citado por GURWIN, Larry, El caso Calvi. La muerte de un banquero,  Barcelona, 1984., pág. 45

[3][3] SANTINI, Andrea, “Italia. Los extremismos, instrumento de poderes ocultos”, El País, 30-1-1977

[4][4] en MORAN, G., “Gladio. El puñal del estado (1)”, La Vanguardia, 15-12-1990

[5][5] http:www.triennale.it/68/crono.htm#anno68;

http://www.strano.net/stragi/stragi/crono/crono68.htm

LUTIS, Giuseppe De, Storia dei servizi segreti in Italia, Roma,  1991.

[6][6] “Neonazis: nuevos ecos de un viejo compás”, Temario 1980, 1988, págs. 218-219.

[7][7] PEREZ GALDÓS, F., Los papeles secretos del golpe. La trama civil, 1982, pág. 34

[8][8] EDO, Luis Andrés, “Trampa a la CNT”, Mundo, 18-12-1976

[9][9] Cambio 16, 20-11-1977.

[10][10] El País, 26-10-1976

[11][11] El País, 26-08-1977

[12][12] El País, 5-10-1978

[13][13] El País, 8-2-1979.

[14][14] “Así mataban los hombres del GAL”, Cambio 16, 3 –6-85

[15][15] El País, 29-1-86

[16][16] El País – 18-1-2005

[17][17] Renovación. Órgano de la Federación Nacional de las Juventudes Socialistas de España, núm. 3, 1962

[18][18] CASALS, Xavier, Neonazis en España. De las audiciones wagnerianas a los skinheads (1966-1995), Barcelona, 1995. pp. 97-104..

[19][19] INFANTE, J, El Ejército de Franco y Juan Carlos, París, 1976, pág. 30; PEREZ GALDÓS, F., Los papeles secretos del golpe. La trama civil, 1982, pág. 18 y 19.

[20][20] “Neonazis: nuevos ecos de un viejo compás”, Temario 1980, 1988, pág. 218; GONZÁLEZ MATA, Luis María, Terrorismo internacional. La extrema derecha, la extrema izquierda y los crímenes del Estado, Barcelona, 1978, pág. 141; Mundo, 9-11-74, pág. 53, donde se afirma que ya en 1974 la prensa italiana lo consideraba miembro del Servicio Secreto Español

[21][21] PÉREZ GALDÓS, Federico, Extrema derecha S.A. Nombres, conexiones y finanzas, Ed. España Crítica S.A.,  Madrid, 1982., pág. 5

[22][22] Hoja El Régimen ya tiene su terrorismo, y  hoja El franquismo la paz de los pistoleros.

[23][23] El País, 18-06-1976

[24][24] Un año más tarde cambiaria de  nombre y pasaría a llamarse Servicio Central de Documentación (SECED),

[25][25] Dossier Mundo, enero 1972

[26][26] INFANTE, J, El Ejército de Franco y Juan Carlos, París, 1976,pág. 30

[27][27] Diario 16, 15-2-1977

[28][28] Gehlen, de ideología nazi, en 1935 es miembro del Estado Mayor General del Ejército alemán; exjefe de inteligencia del ejercito durante la retirada de la URSS. En 1945 fue trasladado a Estados Unidos, volvió a Alemania en 1946 y dos semanas después fundó la organización. El BND intervino en la preparación del curso de los fascistas italianos en Atenas en abril de 1968. Las actividades del BND quedaron en entredicho al hacerse público el contacto existente con la temida SAWAK, la policía política de Irán en la época de la dictadura de Reza Phalevi.

[29][29] PÍ, Ramón, Qué es la ultraderecha, Barcelona, La Gaya Ciencia, 1976,, pág. 58.

[30][30] I.M., (II) noviembre de 1975

[31][31] Hoja “A TODOS LOS VECINOS DE LOS 9 BARRIOS (Torre Baró, Ciutat Meridiana, Vallbona, Trinidad Nueva, Trinidad Vieja, Verdún, Roquetas, Prosperidad, Canyelles y Guineueta)” Barcelona Enero 1.976

[32][32] El País, 9-5-76

[33][33] El País, 2-12-1990 .

[34][34] Diario 16, 5-5-1977

[35][35] El País, 8-9-1985

[36][36] “Versión corregida del texto facilitado por el general Sáenz de Santamaría”, en BELLOCH, Santiago, Interior. Los hechos clave de la Seguridad del estado en el último cuarto de siglo, Barcelona, Ediciones B, 1998, págs. 46-49; en págs. 67-68 se reproducen  las imágenes del texto manuscrito.

[37][37] ZULOAGA, Paloma y otros, «MONTEJURRA 76 ¿Hay más culpables?,   Opinión, 16, 22 de enero de 1977.

[38][38] “Procesos. Monte Oriol 76”, Cambio 16, 267, 23-1-1977

[39][39] ZULOAGA, Paloma y otros, «MONTEJURRA 76 ¿Hay más culpables?,   Opinión, 16, 22 de enero de 1977.

[40][40] “Procesos. Monte Oriol 76”, Cambio 16, 267, 23-1-1977

[41][41] “Montejurra 76. Hubo conspiración”, Cambio 16, 283, 9-5-1977

[42][42] ZULOAGA, Paloma y otros, «MONTEJURRA 76 ¿Hay más culpables?,   Opinión, 16, 22 de enero de 1977.

[43][43] “Montejurra 76. Hubo conspiración”, Cambio 16, 283, 9-5-1977

[44][44] El País , 11-05-1976

[45][45] S E N T E N Z A – O R D I N A N Z A , N.9/92A R.G.P.M. N.2/92F R.G.G.I., del dr. Guido Salvini , Giudice Istruttore presso del Tribunale Civile e Penale di Milano, Milano, 3 febbraio 1998

[46][46] SENTENCIA-ORDINANZA, del GI de Bolonia, Leonardo Grassi ; esta declaración está recogida en el documento STRAGI E TERRORISMO IN ITALIA DAL DOPOGUERRA AL 1974 , Senato della Repubblica Camera dei Deputati, Commissione parlamentare d’inchiesta sul terrorismo in Italia e sulle cause della mancata individuazione dei responsabili delle stragi, Relazione del Gruppo Democratici di Sinistra – L’Ulivo , Roma, 22 giugno 2000

[47][47] S E N T E N Z A – O R D I N A N Z A , N.9/92A R.G.P.M. N.2/92F R.G.G.I., del dr. Guido Salvini , Giudice Istruttore presso del Tribunale Civile e Penale di Milano, Milano, 3 febbraio 1998

[48][48] VINCIGUERRA, int. 16.6.1992 f.1,

[49][49] Interviú, 10-3-1977; La Vanguardia, 16-8-1982

[50][50] ERIZ, Juan Félix, Yo he sido mediador de E.T.A.. Mi larga andadura por un diálogo hacia la paz Madrid, 1986., pág. 216

[51][51] Diario 16, 1-2-1977; El País, 21-1-1978

[52][52] Cambio 16, 16-5-1983

[53][53] Cambio 16, 2-5-1983 y 16-5-1983

[54][54] Cambio 16, 2-5-1983 y 9-5-1983

[55][55] Cambio 16, 16-5-83

[56][56] Cambio 16, 20-5-1985

[57][57] Cambio 16, 13-2-77; Opinión, 26-3-1977

[58][58] ERIZ, Juan Félix, Yo he sido mediador de E.T.A.. Mi larga andadura por un diálogo hacia la paz Madrid, 1986., pág. 216

[59][59] El Mundo, 21-12-2003

[60][60] EL País, 16 –11-1986