Carmen Alba, no te atreves a decírnoslo a la cara

Carmen Alba no se atrevería a repetir sus palabras ante la mirada fija de cualquiera de las personas que en esta tierra han sufrido torturas. Los testimonios de las personas que hemos pasado por las comisarías españolas le harían bajar la mirada, aunque dudo de que se sonrojara, visto lo visto le falta vergüenza.

Carmen Alba no puede ser ajena a lo ocurrido durante tantos años en esta tierra. Ella es la máxima responsable de las FSE en Nafarroa, y por lo tanto tiene que conocer, si o si, lo que ocurría en las comisarías, lo que hacían los agentes de los Servicios de Información de Policía Nacional y Guardia Civil. Trabajar con red, le llaman ellos. Tortura pura y dura, decimos el resto de los mortales.
A mi me torturaron, en democracia, si, en España. Y fui uno más de una larga lista. Ni tu ni nadie,  nunca podréis conseguir que deje, que dejemos, de decirlo, pese a tus denuncias, redadas y declaraciones televisivas.
Ella, una política nefasta, se atreve a negar la tortura, pese a las denuncias de organismos internacionales como Amnistía Internacional, pese a los estudios de Paco Etxeberría y el gobierno vasco, a pesar de los informes de instituciones europeas, pese a las sentencias condenatorias y las resoluciones del Tribunal de Estrasburgo, pero sobre todo, pese a los miles de testimonios sinceros de ciudadanos vascos.
¿Llegará el día en el que el negacionismo de la tortura en Euskal Herria sea delito como en Alemania es delito negar el Holocausto? No lo se, pero mientras algunos no nos atreveríamos nunca a negar el sufrimiento causado por la violencia de ETA u otras organizaciones armadas, esta gente cuenta con la impunidad necesaria para continuar negando la evidencia de la tortura. Esta impunidad algún día se acabará. Por el momento, les pasa una factura política importante. Por que no hay que olvidar que Carmen Alba pertenece a un partido político con dos parlamentarios de 50 en el Parlamento navarro, cuya intervención política se basa en los recursos en el Constitucional de leyes navarras, aplicación de legislaciones mordaza y redadas policiales a través de la Audiencia Nacional. Un partido político representado en el Parlamento navarro por una persona que ante la denuncia de la tortura se siente ofendida. Por algo será…
Si personas como ella son las encargadas de escribir el relato por parte de la derecha de lo ocurrido en este país, este sector ideológico irá cayendo en la marginalidad política. Caída libre, sin red de sujeción. Al resto de la sociedad, a esa sensata gran mayoría que se reconoce en el dolor de quienes han padecido la violencia, nos toca hacer un relato colectivo que integre todas y cada una de las experiencias vividas, sin exclusiones, con la verdad por delante. Porque las futuras generaciones no nos perdonarían tener que hacer ejercicios de recuperación de la memoria histórica como ahora nos vemos abocados a hacer con las violaciones de derechos humanos durante el Franquismo.
Verdad, justicia, reparación. Garantías de no repetición.