A Dios

Miren la luz: cuando digamos tres no recordarán haber votado

En un solo día el Estado ha certificado, vía BOE, la existencia de Dios y ha negado, a través del Tribunal Constitucional, la capacidad de las personas de poder decidir. Al menos las catalanas. También es verdad que el Constitucional ya actúa con una actitud similar a la del Todopoderoso: infalible, indestructible y, sobre todo, eterno. Eudald Carbonell debería empezar a investigar si la Constitución se escribió antes o después de los Diez Mandamientos. Quizás hay un salto en el tiempo que nos hemos perdido. Lo digo porque el TC incluso es capaz de tumbar cosas que ya han pasado. El 25-F ha dejado sin efecto el 9-N. ‘Back to the future’. O mejor: ‘Men in black’. Miren la luz: cuando digamos tres no recordarán haber votado. A ver, póngase todos juntos. Sí, todos. Sí, sí, los dos millones y medio de personas. Va, venga, que es para hoy. ¿Cómo? Por supuesto que les meto prisa, el ritmo lo marco yo, que por algo soy el Dios-TC. Hago las cosas cuando quiero y como quiero. Prohibir el 9-N: cinco días antes de que ocurra. Ilegalizarlo: tres meses después. ¿Estatuto? Cuatro años después de haber sido votado por todos ustedes a quienes dentro de cinco años les recordaré que no tienen derecho a votar. Proceso a Companys: llevamos 37 años y no acabamos de ver el momento de hablar de ello. Venga, no me desvíen la atención. Miren la luz todos a la vez. Sí, los dos millones y medio. Hagan una ‘V’ si es necesario y tanto les gusta. Uno, dos, tres. Ya está. El 9-N no existió. El TC dice que no se puede preguntar si quieres seguir formando parte de un Estado que no te deja preguntar si quieres formar parte de un Estado. Ay, perdón, que son personas y no seres superiores; repito paso a paso: el Tribunal Constitucional ha prohibido preguntar. Preguntar ¿qué? Preguntar si quieres formar parte de un Estado. ¿Qué Estado? El Estado al que deberás pertenecer a la fuerza porque no se te permite ni siquiera preguntar si quieres formar parte del mismo. Por lo tanto, ya sólo quedan dos opciones: o formar parte o no preguntar. No preguntar ni a Dios. Adios, muy buenas.

EL PUNT – AVUI