Retegan este nombre: Valentín de Foronda

El alavés Valentín de Foronda (1751-1821) fue un economista y escritor ilustrado que participó de forma muy activa en los debates para la redacción del texto que definió lo que sería el rumbo posterior del nacionalismo español: la Constitución de 1812. En unas Cortes repletas de jacobinos y centralistas, Foronda se convirtió en el más centralista y jacobino de todos, lo que tiene su mérito.

Durante los debates hizo una propuesta que impactó al auditorio: liquidar todas las denominaciones territoriales históricas (Asturias, Navarra, Andalucía, Aragón, etc) y dividir España en 18 unidades territoriales cuadriculadas que tuvieran exactamente la misma extensión. Cada una de las 18 cuadrículas se designaría, no con un nombre sino con un número: 1, 2, 3, 4, 5 y así sucesivamente. Según Foronda, con este modo se eliminarían disputas territoriales pueriles e inútiles y se lograría el sueño ilustrado español: una nación de ciudadanos exactamente iguales unos a otros, excepto el número de la cuadrícula donde vivirían.

El proyecto de Foronda gustó, pero no llegó a cuajar en 1812 por exceso de guerras y falta de tiempo. Pero quedó muy grabada en la mentalidad del nacionalismo español. Así, en 1833 se creó la división territorial de España en 51 provincias que se querían perfectamente homogéneas y equivalentes, carentes de cualquier referente histórico anterior. El invento tuvo un gran éxito: un español conspicuo me decía hace 20 años que las provincias eran «lo más democrático de la historia de España».

Quien sí se tomó al pie de la letra Foronda fue el general Franco para la creación de las regiones militares. Nada había de nuevo y no eran cuadriculadas, pero era un avance en el «forondisme». Cataluña, no se si lo recordará el lector, era la «Cuarta Región Militar». Por su parte, la actual división territorial del café para todos, con sus 17 comunidades autónomas, se acerca a la cifra de 18 propuesta por Foronda. ¿Causalidad, sólo?

Explico todo esto porque, con los vientos neocentralistas y pseudo-federalistas que soplan, tengo la impresión de que no tardaremos en oír hablar de nuevo de cuadrículas territoriales numeradas. Valentín de Foronda volverá a estar al día: retengan este nombre.

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