Medalla póstuma a un pasado maldito

Asistimos estos días los navarros entre abochornados, indignados y estupefactos, a otro episodio de un gobierno regionalista en caída libre, que intenta colgarse una medalla de oro casí póstuma mediante el uso de tretas y manipulaciones de la Historia, presentando al constructor y político franquista Félix Huarte como gran mecenas enamorado de Navarra –en palabras de su biográfo oficial J. Paredes–, bienhechor al que le debemos lo que hoy somos: una Navarra industrial y moderna que UPN ha gestionado en el postfranquismo como herencia impoluta de tan «ilustre» empresario, intentando convencernos de que la Historia la hacen «los grandes hombres», y no los pueblos, como ironizaba Bertol Brecht.

Pasaría así a un segundo plano contar cómo hizo su fortuna el prócer navarro a la sombra del régimen franquista, y cómo una Democracia destruida por un golpe de estado militar y una guerra cruenta, iba a ser transformada en un suculento negocio para este tipo de prohombres hábidos de beneficios y leales servidores de la Dictadura.

Esta grotesca manipulación de la Historia que han defendido patéticamente Sánchez de Muniain y Goicoechea en su comparecencia ante la prensa, manteniendo la impúdica concesión de la medalla de oro de Navarra 2014 a Huarte y Urmeneta, en nombre de todos los navarros es, en realidad, una maniobra justificadora del golpismo y de la dictadura genocida, maquillada de «desarrollo industrial» cómo valor destacable, descontextualizado de un pasado maldito que recordamos como si fuera ayer y que todavía hoy quieren imponernos los sucesores de Huarte, Aizpún y del Burgo, otorgándonos a los de abajo el papel de  borregos agradecidos a una dictadura casposa y cuartelera a la que debemos nuestro presente y nuestro «incierto» futuro sin ellos.

Pero olvidan quienes ahora están en el gobierno, que los navarros tenemos Memoria, esa que se prohibe, oculta y manipula desde instancias oficiales en estos tiempos de Restauración borbónica. La que hemos ido recuperando trabajosamente por medio de testimonios dolorosos de familiares a los que los «partidos del Consenso» en la Transición traicionaron, mientras proclamaban a los 4 vientos la llegada de la democracia y de una pretendida reconciliación que no fue más que impunidad y olvido.  Memoria que hemos ido desenterrando horrorizados, exhumando fosas comunes repletas de cadáveres torturados, maniatados, y en muchos casos desconocidos, que hoy quieren volver a enterrar sin identificación y por convenio Gobierno Foral y Ayuntamiento de Iruña en un triste panteón del cementerio pamplones. Sepultureros son los mismos que otorgan medallas de oro a quienes se enriquecieron entre la sangre y el lodo; los mismos que abren como sala municipal de uso público el Monumento a los Caidos, monumento al crimen y a la violencia, en cuya cripta, propiedad del Arzobispado, descansan los restos de los generales golpistas Mola y Sanjurjo, responsable directo el primero de la desaparición y asesinato de 3400 civiles en Navarra a partir de 1936. Y los Caballeros Voluntarios de la Cruz siguen enalteciendo el terrorismo golpista de Franco y sus secuaces con total impunidad bajo el ala protectora del arzobispo.

Esa es la verdad que hay que contar y reconocer sobre el Franquismo, y no otra. Exigimos Verdad, Justicia, Reparación, pero la Verdad se oculta en las altas instancias, la Justicia se tiene que pedir en la Argentina, y la Reparación no existe, recibiendo a cambio la bofetada provocadora y constante de quienes deberían respetar, por su alto cargo y responsabilidad pública, a las víctimas del Franquismo, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Parlamento de Navarra.
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Ante esta grave situación, en la que el Gobierno de la Derecha navarra hace oídos sordos al clamor popular, imponiendo una decisión que constituye un insulto a los valores éticos y  democráticos de la sociedad, la Coordinadora Navarra de Pueblos por la Memoria Amapola del Camino – Oroimenaren Aldeko Herrien Koordinakunde Nafarra, hace un llamamiento a las Asociaciones que participan en el Consejo Navarro de la Memoria con el Gobierno Foral, Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra 1936  y Pueblo de las Viudas de Sartaguda, para que, en defensa de la dignidad de sus seres queridos, abandonen dicha institución, porque no vale la pena seguir lavando la cara a los cómplices de Franquismo.

Angel Rincón, Jesús Nieto, Javier Ayepe, Arantxa Asiain, Mari Jose Sagasti, Carlos Otxoa

Miembros de Junta de la Coordinadora Navarra de Pueblos por la Memoria Amapola del Camino

Naiz