¿Piensan los carlistas vascos en fueros electrónicos? Pues deberían

Estos últimos meses existen diferentes polémicas en torno a la divergencia en cómo se entiende el carlismo en Euskal Herria. A muchos sorprende incluso la existencia en pleno siglo XXI de un partido que aún revindica el carlismo desde la izquierda. La siguiente reflexión quiere aportar desde una postura personal el cómo se ve el viejo movimiento desde conceptos del siglo XXI .

No me interesa ni lo más mínimo las polémicas con lemas caducos. No aporta nada. El futuro del Partido Carlista está más relacionado con las posturas que pueda tener hacia experiencias como ÜBER o hacia la Tasa Google que hacia el lema D-P-F-R. Será la postura hacia cuestiones similares la que pueda definir el cómo se entiende la ideología de siempre adaptada al presente.

¿Qué nos puede aportar el Partido Carlista? Lo mismo que cualquier Partido de Izquierdas que debe redefinir su programa cuando todos los partidos de derecha (PP) e hipotética izquierda (PSOE) convergen en el mismo punto.

Los deberes para hacer un programa ideológico serio, en general quedan pendientes para todo movimiento de izquierdas,. Pero creo que Partido Carlista podría aportar tres cuestiones a la actual política y no marear la perdiz con lemas y sanbenitos (por supuesto que los ataques deben responderse pero desde la más imperiosa actualidad) que a nadie importan.

Esas cuestiones son tres.

*1. Derecho Público :* Presentar alternativas desde la foralidad a la manera dogmática de entender el Estado-Nación por parte del liberalismo, y éstas alternativas pueden ser o bien confederales o incluso formas aún no exploradas, pero no tibiedades como las tan cacareadas fórmulas federales, totalmente obsoletas.

*2.Derecho Privado*. Una defensa seria desde la foralidad de aquellas instituciones que desde lo privado sea constitutiva de un espacio público. A bote pronto me viene el recuerdo de cómo el *colectivo Madrilonia* ha acudido recientemente a la figura de los Fueros para redefinir los nuevos espacios urbanos autogestionados.

*3. Estructuras Económicas*: La defensa de un tercer espacio, frente a los público y los privado: el Dominio Publico y el Procomunal, las prácticas mutualistas, los espacios autogestionados y cooperativistas, la Producción P2P. ¿Que espacios podemos crear desde lo COMÚN para el progreso de todos?

El mundo de la empresa y la economía ha cambiado. La SYRIZA de Grecia tiende hacia los esquemas que de manera pedagógica. Respecto al último punto quisiera relacionarlo con lo que el Colectivo AberriBerri denominó recientemente «Estrategias Vascas Declarativas de lo Público».

*Estrategias Vascas Declarativas **de lo Público**: *Las estrategias tendentes a la declaración pública de lo constituido privadamente que al menos en el peor de los casos siempre quedará como privado. Esta fórmula, que puede parecer novedosa en la dinámica nacionalista de las dos últimas décadas, es sin embargo la más antigua de las utilizadas en la construcción nacional vasca y la que cuenta con más probado éxito, y es la propia del nacionalismo democrático. Fruto de la misma es la creación de el Movimiento Cooperativo Vasco cuyo mayor exponente es MCC y la red de Ikastolas que hoy constituye una red paraestatal o parainstitucional que colabora con la función que desarrolla la Administración Vasca sin formar parte de ella.
Todo ello fue posible en su momento sin que hubiera entonces ninguna Consejería de Educación ni ninguna Consejería de Industria. Tenemos que escudarnos en las posibilidades del derecho privado para salvar las limitaciones del Derecho Público.
Se trata, tal  y como explica el Colectivo Aberri Berri de esta estrategia como un concepto base para entender el Abertzalismo del Siglo XXI, y es que esta estrategia hunde sus raíces en cómo entendía el procomunal el carlismo a lo largo de su historia. Si bien no es fácil, y por ello tuvo que optar este carlismo en los años 70 por formas socialistas autogestionarias en la compresión de su continuidad histórica y es que fueron no pocos los movimientos y fuerzas políticas que en los ’70 la única manera de salvaguardar los derechos y el progreso era acudir a una Izquierda que se vertebraba desde el Socialismo de Estado, hoy es momento de repensar la izquierda, y el carlismo, «*ese movimiento que está en los Orígenes del Movimiento P2P de la Península*», como dijo recientemente el economista
David de Ugarte, puede legitimarse innovando en el presente con unas sólidas bases, no continuamente defendiéndose de los clichés del pasado. Éste es su mejor argumento.

Markel Haraneder Mendia