El manuscrito de Elkano y la derrota cultural vasca en la Historia Universal

“Lo que en mas avemos de estimar y tener es que hemos descubierto e rredondeado toda la redondez del mundo, yendo por el occidente e veniendo por el oriente…”. Así escribe Juan Sebastián Elkano como corolario de la carta manuscrita remitida al emperador Carlos V que resume la gran epopeya de su circunnavegación, cuando arriba a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. La subasta de este documento el pasado 2 de julio en Madrid ha generado una polémica que incluso ha trascendido a la prensa de aquella ciudad. Ha sido adquirido por el Ministerio de Cultura y el Archivo de Indias, en aplicación del derecho de tanteo, por una cantidad ínfima, muy inferior al precio de salida establecido por la casa de subastas Abalarte. Esta devaluación ha sido resultado de la maniobra emprendida por dicho Ministerio, que, previo a la puja, remitió por fax un informe que expresa que se trata de “un documento no original, no autógrafo, no manuscrito por Elcano”.

Más allá de la polémica, cabe señalar que, según sepamos, ninguna institución pública (comenzando por el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa, y terminando por el Ayuntamiento de Getaria, villa natal del ilustre marino), ni académica vasca se ha personado en la subasta, a pesar del conocimiento de la misma a todos los niveles. Esta omisión es, en nuestra opinión, un reflejo del escaso aprecio que sentimos por una parte de nuestro pasado y, por tanto, de muchos de sus protagonistas. Unos personajes, como Juan Sebastian Elkano, que tuvieron un directo y consciente protagonismo en la construcción del mundo moderno, que se caracterizó por su apertura al marco atlántico y transoceánico, superando los estrechos límites del Mediterráneo, considerado por la cosmovisión medieval como el mar central del mundo. Una baja estima y, en ocasiones desprecio, por una época crucial, tanto para la historia vasca como desde el punto de vista de la fundamental aportación vasca a la Historia Universal, que no podemos calificar de otra manera que derrota cultural.

En lo que al documento subastado se refiere, su existencia era de público conocimiento, por haber sido publicado su traducción italiana ya en 1892 en Roma. Posteriormente, traducido al castellano, fue nuevamente publicado en 1920 en Santiago de Chile. Un análisis rápido del manuscrito sugiere que es el resultado de la agregación de dos cartas remitidas por Elkano al emperador, de contenido y datación diferentes, copiadas y redactadas en un único manuscrito “a renglón seguido” por un copista. La caligrafía corresponde a letra procesal de la época.

En cuanto al menosprecio o desinterés por nuestra historia, no podemos calificar de otro modo que de “derrota cultural”. Un rechazo por nuestra historia generada por la política de construcción estatal emprendida por el conservador Cánovas del Castillo allá por la segunda mitad del siglo XIX. Cánovas, además de ser el político que culminó la transformación de la monarquía española en un estado-nación unitario, es el padre de la Historia Nacional de España. Su labor de historiador tenía por objetivo la legitimación de la instauración en 1874 del Estado unitario regido por el régimen de monarquía constitucional de los Borbón. Cánovas forjó la visión pesimista del pasado de España como una de las principales bases justificativas del régimen de la Restauración, que se mostraba como la mejor solución frente a una secular desastrosa historia. Esta interpretación adquirió carta de naturaleza mediante la redacción de la historia nacional y oficial de España, auspiciada por el propio Cánovas.

Elkano y otra multitud de personajes históricos vascos apenas tenían cabida en esta interpretación decadentista de la historia, siendo muchos relegados al olvido y a la amnesia permanentes, y otros, caso de Elkano, minusvalorados. Cánovas escribió que Elkano fue “…modesto maestre, más práctico que científico y antes que capitán aventurero…”; un semblante diametralmente opuesto a la talla del personaje que aparece reflejada en documentos como el que se ha subastado en Madrid.

Con este ninguneo de las aportaciones de vascos como Elkano a la historia universal, aspiraba a otro objetivo político: la supresión de los fueros vasco-navarros, que Cánovas culminó con la ley de abolición foral de 1876. Con la abolición foral, los territorios vasco-navarros, transformados en meras regiones de un Estado unitario, vieron minusvalorado y negado su esfuerzo de cuatro siglos en pos del progreso económico, social y político, dentro, no había otro medio, del marco de un imperio universal, que en contrapartida contribuyeron a construir y mantener. Por supuesto, en este proceso de cambio las aportaciones a la estructura imperial de las viejas instituciones vascas, se debían desterrar de la nueva Historia Nacional de España, por ser una historia muy molesta y peligrosa.

Estos puntos de vista, cuando menos presentistas, de la historia constituyen para nuestro pueblo una verdadera derrota cultural. Son los responsables de que se hayan cuestionado diversos proyectos de desarrollo basados en nuestra rica historia marítima. Constituye un caso paradigmático de esta situación el Plan Estratégico Elkano-Magallanes 500, en su tiempo aprobado por unanimidad por el Ayuntamiento de Getaria, y que al presente se halla en dique seco, sin calafatear, afectado de la “broma” y encallado. De haber progresado el derrotero establecido por este Plan, presumiblemente, hubiera podido ser otro el desenlace de la subasta del documento, poniendo coto al irreversible proceso de dispersión y pérdida de unidades y fondos documentales vinculados con Elkano, iniciado desde el siglo XIX.

Es imperiosa la necesidad de realizar un análisis académico y objetivo de la época de Elkano y de su contexto histórico real, basado en fuentes documentales originales y no en visiones ideológicamente prefijadas y mediatizadas para trazar, dictar y ejecutar determinados discursos históricos sobre Elkano desde el presente.

Es ineludible reconstruir y explicar la vida en la sociedad europea y vasca dentro del universo conceptual y trascendental del pasado, para ubicar, aprehender y entender en su justa dimensión la genialidad vasca en figuras históricas como Elkano, Urdaneta, Iñigo de Loiola, etc. Los análisis de nuestros personajes históricos tampoco deberían estar desvinculados de un conocimiento preciso y riguroso de la historia y geografía clásicas, tal como eran entendidas en aquella época, de la cosmovisión existencial y de aquella percepción cualitativa del hecho espacial y temporal sagrados tan inherente a la época de las grandes navegaciones y descubrimientos del Renacimiento. Este matiz de sentido atemporal, que se soslaya a menudo por imperceptible en el presente mundo literal y lineal, no es baladí para comprender las relaciones entre las diferentes formas y comportamientos culturales y espirituales de aquel mundo Atlántico.

En resumen, para hacer realidad un sentimiento, más allá de su teatralización y mediatización, es esencial conocer, vivenciar y también creer en la hazaña de nuestro personaje histórico y poner en valor su genial aportación a la Historia Universal. No hacerlo así conduce a la ruptura con la memoria histórica y a su reduccionismo solapado. Sería loable que fuésemos capaces de superar este proceder que nos conduce a la dispersión y despersonalización histórica generalizada, a fin de no continuar percibiendo lo que definimos como derrota cultural. Anhelamos proyectar un claro mensaje positivo a la sociedad vasca: el Quinto Centenario de la Vuelta al Mundo (2019-2022) constituye una oportunidad única para que todas instituciones y personalidades de gobierno, universitarias, académicas y de investigación, adquiramos un compromiso de país y una visión de largo recorrido que nos permita volver al origen, a la centralidad y objetividad, y podamos reivindicar nuestra Historia con mayúsculas.

Xabier Alberdi y Fernando Txueka
Noticias de Gipuzkoa