Pasos para salvar el euskera en Ustaritze

El ayuntamiento de Ustaritze, gobernado por Ustaritze Bai, ha aprobado oficializar en el municipio el euskera bajo estrecha vigilancia del Estado Francés

El Ayuntamiento de la localidad labortana de Ustaritze -gobernado por la formación aber-tzale Ustaritze Bai- ha aprobado con 22 votos a favor y una abstención oficializar el euskera a nivel municipal. Con esta decisión, el Consistorio de esta localidad de Iparralde cumple el compromiso adquirido de llevar a la práctica una política lingüística eficaz en la lucha contra la desaparición del euskera. El técnico de Euskera de la localidad, Yves Matxikote, afirma: “Teníamos claro que, en primer lugar, el euskera necesita un estatus legal porque es un derecho básico negado por el Estado francés. No hemos dudado a la hora de dar ese paso y ahora empezaremos a tomar medidas campo por campo”.

Otro de los objetivos para dar al euskera el estatus negado era, según Matxikote, “poner en evidencia el doble juego del Estado francés que, por un lado, reconoce los diferentes idiomas del mundo y suscribe textos alabando la diversidad cultural y los derechos lingüísticos y, por otro lado, hace lo contrario en Francia, donde el euskera no es tenido en cuenta y se impone la Constitución, declarando el reconocimiento exclusivo del idioma francés y de sus hablantes”.

Este pronóstico se ha cumplido. Y es que apenas conocerse la decisión del Ayuntamiento, la subprefectura de Baiona anunció que llevaría esta decisión a los tribunales por cuanto que violaba la legalidad y la Constitución francesas. Después, el prefecto de Pau cambió de opinión y solicitó que le fueran entregados los textos aprobados para realizar un control legal y constitucional de los acuerdos adoptados por el pleno municipal. A día de hoy el Ayuntamiento no sabe si está o no procesado y “no lo sabremos porque no nos avisarán hasta que se dicte la sentencia”, dice el edil entrevistado por este diario. El discurso “ambiguo” del Estado francés coloca en riesgo los avances futuros del euskera en Ustaritze. Y sirve al mismo tiempo para anticipar escenarios de conflicto e intimidar a otros ayuntamientos para evitar que adopten iniciativas similares en favor de los derechos del euskera en sus localidades.

Buena parte de sus 8.000 habitantes van a Ustaritze a dormir, descansar o comprar y vender casas como fórmula de inversión. En las encuestas sociolingüísticas, el euskera aparece cada vez más superado por el francés a pesar de que existe una ikastola, una escuela pública y otra privada religiosa, que ofrecen la opción bilingüe. También hay una gaueskola dirigida a los adultos.

La oficialización del euskera no ha provocado grandes reacciones en contra dentro del pueblo, aunque no es una opinión unánime. Una ciudadana original de Burdeos que vive en Ustaritze desde hace 30 años afirma: “La medida me molesta porque el euskera no puede imponerse”. Por otro lado, un profesor de escuela confiesa su temor a perder su empleo por no saber euskera. No obstante, según el responsable de euskera de la localidad son temores infundados.

Las medidas “campo por campo” que se propone tomar el Ayuntamiento en coherencia con el nuevo estatus del euskera se dirigirán, en primer lugar, a la propia institución municipal, donde muchos de sus 75 trabajadores ya hablan euskera y 25 han manifestado su deseo de aprenderlo, con lo que serán capaces de cumplir con la obligación adquirida de hablar con el ciudadano también en euskera. Además, ya no habrá necesidad de leer las comunicaciones oficiales del Ayuntamiento en los dos idiomas, porque hasta ahora los textos municipales en euskera han sido meras traducciones de los textos en francés. A menudo estaban escritas en un euskera gris e ininteligible, que según Matxikote, “te obligaban a tener que volverlo a leer en francés, y ahora eso va a cambiar, el que quiera hablar en euskera con el Ayuntamiento podrá hacerlo”.

Giro abertzale en la localidad

La casa de juntas de Lapurdi, construida en el siglo XII en la que se reunían los pueblos del territorio hasta tiempos de la revolución francesa, no ha sido nunca un punto estratégico en el marketing turístico de Iparralde. Pese a la amenaza de ruina que se cierne sobre el edificio, los alcaldes predecesores destinaban los recursos disponibles a los castillos ajenos, más pomposos, construidos mucho después, como los de Haltya y Lota. Con la llegada al Ayuntamiento de los abertzales no puede esperarse su rehabilitación inmediata porque es el único pueblo de la zona gobernado por los abertzales y porque atraviesa una crítica situación financiera. Este agujero está agravado por una deuda controvertida con una promotora inmobiliaria que le reclama al pueblo cientos de miles de euros en base a decisiones del anterior gobierno. Por si esto fuera poco, las daños materiales causados por las inundaciones pasadas le han asestado un duro golpe, por ejemplo, en lo que respecta a las instalaciones deportivas aún sin estrenar en las que se endeudó el equipo del alcalde saliente, el doctor Dominique Lesbats.

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