Inglaterra dice sí a Escocia

Un 43% de los ingleses se muestra a favor de la independencia escocesa

El Gobierno liderado por el nacionalista Alex Salmond presentará mañana su propuesta de referéndum

La semana que comenzó ayer es clave para el futuro de Escocia: mañana el Gobierno liderado por el nacionalista Alex Salmond presentará el documento en el que se expondrán los detalles sobre su propuesta de referéndum y el viernes se reunirá con el Secretario de Estado para Escocia, Michael Moore, con el fin de negociar las bases de la consulta. Después de 300 años unida a Inglaterra, la consulta no solo está más cerca que nunca sino que, curiosamente, a diferencia de lo que ocurre en España, las últimas encuestas ponen de manifiesto que los británicos no se escandalizan ante la celebración de un referéndum. Es más, según el sondeo que realizó ICM Research, más ingleses que escoceses respaldan la independencia de Escocia.

Esta consultora, que preguntó a los ingleses y escoceses por separado, se encontró con que el 43 por ciento de los primeros dijo que estaba a favor de la independencia frente a un 32 por ciento en contra. En el caso de los escoceses, un 40 por ciento respondió sí y un 43 por ciento no. Según otra empresa de encuestas, YouGov, que preguntó a casi 2.000 ciudadanos de todo el país, la mayoría de los británicos -un 61 por ciento- respalda que se celebre la consulta, mientras que un 24 por ciento se manifiesta en contra y un quince por ciento dice no estar seguro. Cuando se les pregunta si aprueban la independencia, un 39 por ciento se opone, un 37 por ciento la apoya y un 24 no lo tiene claro.

La opción ‘devo max’ El respaldo de los propios escoceses a la independencia varía según las encuestas. Según el Sunday Times, el momento en el que el apoyo a la separación fue mayor es 1998: aquel año un sondeo aseguró que el 47 por ciento votaría «sí». Pero ahora, dado que no está claro que ganase, Alex Salmond, el líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP, en sus siglas en inglés) defiende que en la papeleta el votante pueda elegir una tercera opción que han bautizado devo max. Ésta contemplaría más poderes para Escocia y en la actualidad es la más atractiva: un 68 por ciento de los escoceses apoya esta opción, según un sondeo publicado el mes pasado. El Parlamento de Holyrood controla educación, sanidad, policía, impuestos locales, medio ambiente y las políticas de transporte doméstico. La devo max supondría poder llegar más lejos: una autonomía fiscal completa, que permitiría que las autoridades escocesas recaudasen los impuestos y controlasen el sistema de bienestar social, aunque sin separarse del Reino Unido, con el que Escocia compartiría Defensa y Asuntos Exteriores.

Alex Salmond ultima los detalles de su propuesta, después de que el Ejecutivo británico presentase recientemente la suya. En su documento, el Gobierno del conservador David Cameron afirma: «El SNP ha hecho campaña constantemente por la independencia y aunque el Gobierno británico no cree que eso sea bueno para Escocia o para el resto del Reino Unido, no vamos a obstaculizar el referéndum sobre la independencia: el lugar que en el futuro ocupe Escocia en el seno del Reino Unido debe ser votado por los escoceses». Esta oferta tiene su contrapartida: el Ejecutivo de Cameron quiere que se celebre de aquí a 18 meses, mientras que Salmond apuesta por 2014; el primero quiere solo la opción del sí y del no, mientras que el segundo quiere una tercera; Cameron apuesta por que voten los mayores de 18 años, mientras que Salmond aboga por que puedan hacerlo a partir de 16.

Ambos líderes han manifestado estar por la labor de hablar y se espera que se sienten a negociar a partir de febrero. Alex Salmond, de 57 años, considerado uno de los políticos europeos más hábiles, no está dispuesto a dar su brazo a torcer, aunque tampoco David Cameron, que en las últimas semanas ha hecho gala de una actitud que a muchos británicos les recuerda la de la Dama de Hierro, Margaret Thatcher. Aún así, el líder nacionalista, elegido el británico del año por el diario británico Times, parece dispuesto a aceptar la propuesta del Primer Ministro de que sea la Comisión Electoral del Reino Unido la que supervise el referéndum, y no un organismo escocés, después de que el Gobierno de Londres prometiese que la comisión podrá responder ante el Parlamento de Edimburgo.

La fecha ¿Por qué 2014? Salmond confía para entonces haber ganado mucho más apoyo a su proyecto. Además, en junio de ese año se conmemorará el 700 aniversario de la batalla de Bannockburn, en la que el héroe nacional Robert the Bruce y sus hombres derrotaron a un batallón mucho mayor de caballeros ingleses. Unas semanas después se celebrarán los Juegos de los países miembro de la Commonwealth y el famoso torneo de golf Ryder Cup. El referéndum sería en otoño. Salmond tiene de momento vía libre para hacer lo que quiera porque las urnas lo respaldan. En mayo ganó por segunda vez consecutiva las elecciones al Parlamento de Holyrood. Fue una victoria histórica porque consiguió mayoría absoluta.

No hay día en que la prensa de Londres no recoja algún artículo sobre el tema. Martin Wolf, el respetado periodista del Financial Times analizó el pasado viernes el precio y el peligro de una independencia de Escocia. Aún así, escribió: «Me guste o no, la independencia escocesa está en el orden del día» y concluía su artículo, en el que exponía las razones por las que él creía que era una mala opción, diciendo: «Dejemos a los escoceses que tomen una decisión sobre la independencia después de un debate como Dios manda». El semanario británico The Economist finalizaba así uno de sus editoriales: «Si la mayoría de los escoceses quiere abandonar el Reino Unido, que así sea. Pero debe ser un divorcio limpio, no uno largo, no una disputa que hiera a todo el mundo».

La campaña por la independencia de Escocia empezó poco después de que se uniese a Inglaterra allá por el año 1707. Ahora, pocos de sus más de cinco millones de habitantes dudan de que se vaya a celebrar el ansiado referéndum. Solo queda acordar los términos de la consulta; esa tarea no va a ser nada fácil, pero el tablero de ajedrez está casi listo y Alex Salmond está convencido de que va a ganar la partida.

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