Los dos manifiestos españoles

 

Los de la tercera vía han levantado muchas expectativas en relación al próximo encuentro entre Mas y Mariano Rajoy, pero es evidente que no pasará nada. Será el diálogo de sordos de siempre. Si alguien lo había dudado alguna vez, sólo tiene que echar un vistazo a los dos manifiestos que en las últimas horas se han publicado en España sobre la cuestión catalana. Son un reflejo bastante claro de lo que pasa en Madrid y la prueba de que cualquier entendimiento es inviable.

El primer manifiesto, titulado «Libres e iguales», responde al ultranacionalismo español y firmado por los de siempre, encabezados por Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Federico Jiménez Losantos y compañía. Es un texto breve, claro y con un mensaje inequívoco que se resume en una sola frase: «Rechazar cualquier negociación que con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos”.

Este primer manifiesto es clarísimo en su propósito y en su ambición: que haya un pacto transversal de todas las fuerzas españolas contra el soberanismo catalán. Es decir: reclama la adhesión incondicional, como tantas veces lo había reclamado Franco, en favor de la «unidad de destino en lo universal». En cuanto a los firmantes, la lista tiene buena pinta: hay parte de la crema y nata más significativas de la derecha y de la izquierda españolas.

El segundo manifiesto, «Una España federal en una Europa federal», responde a una especie de nacionalismo moderado y posibilista, que aspira a retomar la «conllevancia» orteguiana. Apuesta por una reforma federal de la Constitución, con unas líneas maestras muy genéricas y sin referencia ni siquiera a blindaje de competencias en lengua y cultura en Cataluña, ni mención alguna a un pacto fiscal. Hecho y hecho, ni siquiera se menciona un trato especial para Cataluña, sino que se habla siempre de las «Comunidades Autónomas», todas en el mismo saco. Más moderado, imposible.

Lo más divertido es que, mientras que los ultranacionalistas piden adhesión ciega, los federalistas reclaman sólo: «abordemos las reformas constitucionales necesarias en el más amplio consenso». Ya estamos al final de la calle: ¿qué reforma federal se puede con el consenso de Jiménez Losantos? En cuanto a los firmantes del manifiesto federalista, tienen muchísimo menos peso intelectual, político y mediático que los del otro. La mayoría son personas en la órbita de la extrema izquierda, alejadas de lo que es la centralidad política en España.

¿Tercera vía? ¿España federal? Lean los manifiestos, por favor.

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Francesc Puigpelat |