Orígenes de la crisis económica española

España ha vivido una bonaza económica hasta el 2007 basándose en dos elementos: el descubrimiento de la especulación inmobiliaria y el maná del cielo: las rentas directas insufladas desde la Unión Europea.

Sobre la especulación inmobiliaria comentaban en la Gaceta sindical y económica del Periódico cnt nº350, ya en noviembre de 2008: “La burbuja inmobiliaria hizo que el sector de la construcción fuera mucho más rentable para el capital que otros sectores con más productividad, como aquéllos intensivos en tecnología, por ejemplo. Esto benefició a las autoridades públicas pues permitió a los gobiernos de todos los niveles y de todos los colores hacer y cumplir promesas populistas de reducción de impuestos (sobre la renta), mientras financiaban las actividades públicas con las tasas vinculadas a las nuevas construcciones. Por eso no sólo no se hizo nada contra este modelo productivo sino que encima se le incentivó con ventajas fiscales o liberalizaciones de suelo”. El modelo económico español heredado del franquismo de “sol y playa”, encontró una segunda fase en “la economía del ladrillo”.

Sobre el traspaso de rentas de los países más ricos de la UE a España, ésta recibió entre el 2000 y el 2006 unos 56.205 millones de euros netos por fondos estructurales y de cohesión, que fueron a las regiones españolas con un PIB un 75% o menor que la media de la UE de 15 Estados (por tanto, no cayó nada a las regiones nabarras). Pero, la entrada de nuevos países, hace que a España no le correspondan más fondos, al superar casi todas sus regiones y naciones el 90% del PIB comunitario. Europa press señalaba hace 5 años: “La entrada en la Unión Europea de diez o doce nuevos países podría costar al Estado español en torno al 35% de los fondos estructurales que recibe en la actualidad, unos 20.000 millones de euros, si se atiende al montante recibido durante el período 2000-2006 (56.000 millones de euros), según datos no oficiales barajados por la Comisión Europea”.

La crisis española empezó en el 2007, un año después de que se les acabara el maná, aunque la crisis llegó a España al albur de una crisis mundial achacable al fin de un ciclo económico, la española es una de las seis economías más afectadas a nivel mundial.

La famosa frase de «España va bien», se basaba en realidad en un empleo de bajo valor añadido, muchas veces precario y con un sueldo masivo de “mileurista”, mientras los beneficios de las empresas, sobre todo relacionadas con la construcción, el sector financiero y los “ex” monopolios, subían de forma galopantemente (un 73% entre 1999 y 2006, según datos de la OCDE), pero donde la productividad, de acuerdo con Eurostat, se redujo casi un 7% entre 1997 y 2007. Es decir, mientras la economía crecía, se acrecentaba día a día las diferencias sociales, creando una gran masa de gente de clase social media-baja y un pequeño grupo de clase social alta.

El sector financiero contribuyó activamente a esta economía del pelotazo, sector financiero al cual no son ajenos los políticos españoles. El sistema financiero español es también herencia del franquismo, donde ayuntamientos y Diputaciones crearon la Cajas de Ahorro, para que, a cambio de unos menores impuestos se garantizaran unas obras sociales básicas que el Estado fascista-español no era capaz de dar a sus maltrechos ciudadanos. El modelo atomizado de Cajas de Ahorro sin embargo siguió tras la muerte del dictador e incluso cuando no eran necesarias, ya que los principales puestos financieros lo coparon miembros de partidos políticos, que, en general, carecían de la preparación necesaria para esos puestos. En el otro lado se encontraba la banca, la cual poco a poco encontró su sitio mediante fusiones –algunas deseadas y otras políticamente forzadas perjudicando claramente a los bizkaínos-, la banca española hizo sus deberes y se asentó a un nivel ya no europeo, sino mundial.

El sector financiero dio ingentes beneficios que hacía de las Cajas de Ahorro el principal “juguete” de los políticos junto a la especulación inmobiliaria. Al desmadre inmobiliario los bancos y Cajas de Ahorro contribuyeron con préstamos sin ton ni son, sin valorar riesgos y a plazos matusalénicos, ayudados por unos tipos de interés del euribor extremadamente bajos gracias a la bonanza que vivía la UE en general.

Aunque el desencadenante de la crisis llegó con las “suprime” americanas, éstas en realidad apenas tenían repercusión en el mercado financiero español (un fondo del Banco de Santander catalogado de alto riesgo y en el que sólo participaban especuladores). En USA, la banca como en España, asumió riesgos en préstamos a sabiendas que no iban a cobrarlos y haciendo de ellos paquetes con valores más razonables para poder colocarlos al resto del mundo mientras ganaban dinero a espuertas gracias a un modelo financiero que carecía de un control efectivo, activo y “pasivo” (¿quién controla al policía?).

Pese a todo, el miedo al contagio de las “suprime” se apoderó del mercado financiero español que le vio las orejas al lobo, y el miedo es el que hizo explotar la burbuja inmobiliaria, es decir, la gente dejó de comprar pisos para revenderlos como si fueran acciones de bolsa porque ya era imposible que subieran más, el sector de la construcción se paró en seco y mandó a su gente al paro, las Cajas de Ahorros (y en menor medida los bancos), empezaron a tener una lista de morosos insoportable para sus cuentas pero seguían dando récords de beneficios, siendo incapaces de parar su descapitalización vía una reducción de beneficios por el miedo a responder ante sus gestores los políticos, los cuales atiborrados de dinero miraron durante mucho tiempo para otro lado pese a ver claro lo que ya había estallado y encima empezaron a hablar de “brotes verdes”, de “desaceleración” y después de “crecimiento negativo”.

El mercado inmobiliario se deshinchó y las Cajas de Ahorro y bancos se convirtieron en las principales inmobiliarias de España, la caída del sector de la construcción en España roza hoy el 40%, lo que significa que la Banca tiene sus activos sobre contabilizados (los activos en “inmuebles”, históricamente no se amortizaban pues siempre se revalorizaban).

El sector financiero dejó de financiar la economía por miedo a incrementar la morosidad, por lo que toda la economía española entró en crisis galopante, los ERE se dispararon sobre todo en los sectores de consumo no primario: automoción y todo lo relacionado con el ocio, pero también todo el pequeño comercio y todas las empresas que necesitaban de préstamos o financiar sus compra-ventas a plazo (casi todas), ya que no se les concedía crédito por una especulación galopante del sector financiero ajeno a su negocio.

Es más, el gobierno español primero rescató a los culpables del “efecto eco” de la crisis en España: el sector financiero, básicamente las Cajas de Ahorro, dejando de lado el resto de la economía que se hundió sin remedio. La única contraprestación fue la de su concentración para su “bancarización” y recapitalización (es decir, su redimensionamiento y privatización), pero sin buscar culpables y a costa de todos los españoles: subió el IVA, recortó todas las prestaciones de la Seguridad Social, no subió los impuestos a las clases altas recién enriquecidas, no recuperó el impuesto sobre el patrimonio etc., con ello agravó la situación de la clases medias-bajas y benefició,  aún más, a las clases altas (todo ello un supuesto gobierno de “izquierdas” social-imperialista).

Para cuando llegaron las fusiones de las pequeñas, mal dimensionadas y podridas Cajas de Ahorro –paso previo a su capitalización en bancos y su posible control exterior-, ya era tarde, no superaba ninguna los ratios de “stress” o solvencia a los que les sometió el UE (menos, curiosamente, las de la CAV) y ni siquiera China quiso comprar la capitalización de las Cajas al gobernante de turno.

El gobierno español no reaccionó y fue impelido desde las economías más desarrolladas de la UE a hacerlo, la economía española quedó en manos de la canciller alemana, que no estaba dispuesta a seguir dando dinero al gobierno de España si ésta no hacía sus deberes: ¿la restructuración integral de la economía española? No, sólo de la Seguridad Social, a Alemania no le interesa un posible competidor pero no quería seguir regalando dinero a los parados y a los jubilados españoles para que siguieran sin tener que aumenta su productividad (trabajar más, que no es estar más tiempo en el puesto de trabajo, España es el Estado de la UE que más horas por trabajador mete, de lo que se deduce que sus trabajadores son los que más horas de trabajo pierden).

Los Culpables de la crisis de la economía española:

Los diferentes gobiernos españoles, durante la época de bonanza, no hicieron la necesaria adecuación del sistema de previsión social español a las nuevas variables demográficas (envejecimiento de la población, escasez de nacimientos, llegada de inmigrantes que no se han podido quedar –soportando una xenofobia galopante, incluidos los “hispanos” pese a una supuesta “madre común”-), incluso recalentaron la economía concediendo más subvenciones como el “cheque bebé” o bajando los impuestos para vaciar en el primer momento de la crisis lo poco que ahorraron y acrecentarla más con las medidas tardías y desafortunadas que tomaron, pues hicieron justo lo contrario a un buen gestor de una economía, al dar cuando la gente no necesitaba y quitar cuando la población demandaba más ayudas -salvo a los principales culpables de que la crisis- y no hicieron de “policía” del sistema financiero que se dio un gran banquete, ni de “árbitro” de la economía impidiendo después EREs salvajes e injustificables a cuenta de nuevo del erario público, en un libre capitalismo que al menos uno de los partidos no predicaba.

Todo ello ha acabado en casi 5 millones de parados, la tasa de paro más alta de la UE. El ejemplo Islandés, donde el pueblo se ha negado a pagar los excesos de los financieros y de su gobierno, no parece posible de aplicar en España pese a que una minoría significativa ha estado semanas acampada manifestando su disconformidad  en diferentes ciudades españolas, pidiendo “verdadera democracia” y otro modelo económico ante la mirada de incomprensión de la mayoría de la sociedad española, que parece contenta, pese a todo, con sus gobernantes.

Publicado por Nabarralde-k argitaratua