La Santa ira de Ratzinger

Hoy  estamos comprobando que el tan cacareado liderazgo espiritual que nos vendió el papado en tiempos de Wojtyla, fue puro espejismo, algo más  mediático que enraizado. En realidad era algo efímero sustentado en las dotes formidables para la puesta en escena, del polaco y toda su clá de alabarderos…

El papa Ratzinger, es evidente que  se ha cargado ese falso liderazgo, cuyo derribo ya resulta imparable.  El distanciamiento de la actual feligresía eclesial con los caminos de la sociedad actual, se hace de día en día, más pronunciado y meridiano

Pero aún hay más. Habrá que agradecerle que entre otras virtudes… por su falta de tacto -inflexible teutón y mal político-, las vergüenzas y miserias del señorío Vaticano queden tan bien aireadas, o como si dijéramos desclasificadas.

El Vaticano nunca ha sido un convento de clarisas, es cierto, pero hoy su hedor resulta insoportable. Lo más recomendable, es permanecer bien alejado de sus miasmas.

Especulación bancaria, pederastia, insoportable misoginia, dogmatismo medieval impropio de nuestro tiempo… Y toda una inagotable lista de posturas cavernarias y reaccionarias… que estremecerían a cualquier modesto humanista…

Se dice que el bueno de Benedicto, ha optado por colisionar con el mundo, en lugar de tratar de comprenderlo.

No voy a decir que no me alegre el fiasco de la visita papal. Me alegra mucho. Y no únicamente por lo escandaloso del dispendio económico que, con la que está cayendo ha provocado el ilustre “peregrino”. Es que mover semejante parafernalia para repetir la cansina cantinela de todos sus discursos, me parece la tángana más superflua.

Que alguien me indique qué razones existen para prepararle semejante recibimiento…

Y es que además, hoy día, semejante individuo, por lo que estamos viendo, ya no tiene ninguna autoridad para adoctrinar a nadie, él, mas bien, es quien debiera ser adoctrinad por el grito de una sociedad pobre y lacerada.

Por eso uno se pregunta, ¿con quien diablos andará, para no ver ni oír las injusticias con que sus amigos, los poderosos fustigan a todo el planeta? ¿Quien le autoriza a sentar cátedra, cuando cada vez somos menos quienes pueden aguantar su verborrea, estúpida y engreída, por no decir otra cosa…

Por eso me uno enérgicamente, a todos los que han censurado este escandaloso montaje o peregrinaje de pacotilla

Denuncia pues, contra el obispo de Roma y toda su camarilla, por inmodestos, altaneros e imprudentes. Y como no, contra los políticos que han montado el pomposo espectáculo, con no se que fines lucrativos por dilapidar el dinero del ciudadano.

Entre las perlas, que sin duda iluminado por la inefable paloma, ha desgranado “el Vicario de Cristo” en la tierra -y lo dijo con esa agresividad que casi siempre acompaña a su verbo-, su ataque a un secularismo y laicismo muy agresivos.

Claro que son  evidentes las razones de su agresividad contra tal agresivo laicismo. Y es que este sano laicismo -bendito sea-, es una flecha envenenada,, encaminada al corazón de una religión habituada a dominar y educar en el miedo y en el sometimiento.

Estas reflexiones, nada tienen que ver con ningún tipo de condena a ningún tipo de creencia. Máxime, cuando las creencias,  han empujado a tantas personas,  a desarrollar un mensaje liberador e incluso a entregar la propia vida. He tenido la suerte de conocer e incluso de convivir, con bastantes religiosos y teólogos de la liberación y su forma de entender  y comprometerse con la vida, me parecen muy esperanzadoras.

Es por lo que por la misma razón con que nos  desembarazamos de tanta monserga y dogmatismo vaticanos, no aceptamos los dogmatismos e intolerancia de muchos agnósticos.

Finalizaré mis reflexiones haciendo una denuncia explícita contra esta “empresa, asociación, mafia o lo que sea”, de una iglesia que es una auténtica rémora para la libertad de las conciencias y el bienestar social. Engreída, autoritaria, ladrona –que nos lo pregunten a los navarros-, investida de unos poderes ficticios en los que muy pocos creen.

Su moral, sus hábitos y su política, resultan absolutamente anacrónicos, para un mundo que lo que menos necesita es su palabra.

 

Publicado por Nabarralde-k argitaratua