El pueblo español

La Constitución española de 1978 afirma taxativamente en su título preliminar: Artículo 1º,1: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Artículo 1º, 2: “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”. Artículo 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

La Constitución española parte de un marasmo intelectual, jurídico y político que le lleva a admitir sin fundamento ni justificación varias peticiones de principio que para una lógica vital del propio texto, para posibilitar su necesaria reforma y puesta a punto, y para un futuro político de convivencia social es necesario señalar y aclarar.

Y las primeras reflexiones y peticiones de principio son éstas:

1ª ¿Quién constituye a España como Estado social y democrático de Derecho? ¿Quién define qué se entiende por España?

2ª ¿Cómo se justifica que la soberanía nacional resida en el Pueblo español? ¿Quién es el sujeto denominado pueblo español en el que reside la soberanía nacional y del que emanan los poderes del Estado? ¿Acaso son los que se denominan españoles el sujeto activo que constituye España como Estado? ¿Y quiénes son esos españoles a los que nunca se les ha preguntado sobre su ser? ¿Se admite como petición de principio que son Pueblo español los que en un momento determinado tras el franquismo vivían en un espacio territorial concreto a los que no se les apeló, ni explícitamente se les preguntó, pero que tácitamente fueron los que conformaron la Constitución y en ella a España como Estado social y democrático de Derecho? ¿Ese conjunto de españoles de la postguerra y del postfranquismo tenía cualidades específicas constituyentes que recogía una tradición histórica que se extendía hasta los reconquistadores contra el Islam y que aun hundía sus raíces en la tradición visigoda? ¿Esa capacidad creadora del pueblo español se congeló al dar a luz la Constitución de 1978?

3ª ¿Cómo se justifica la indisoluble unidad de la Nación española? ¿En qué argumentos se fundamenta la afirmación de que España es una nación y además indisoluble cuando las guerras del levantamiento hispanoamericano demuestran lo contrario ya que se crearon un puñado de naciones y estados americanos desgajados de una España indisoluble?

4ª Si cabe una reforma de la Constitución habrá que renovar y fundamentar estos términos jurídicos. Y a la hora de preparar una futura revisión de la Constitución  nos preguntamos ¿Quién señalará previamente quiénes son los españoles que serán el sujeto jurídico constituyente? ¿Son los partidos políticos los únicos que están legítimamente designados como representantes del pueblo español? ¿No habrá que preguntar a asociaciones ciudadanas independientes de los partidos políticos sobre qué es España y quienes forman el pueblo español? ¿Y la gran mayoría de españoles que se abstienen, que no participan en la vida política de los partidos ni de las asociaciones ciudadanas no serán también miembros activos de ese futuro pueblo español?

5ª Y el primer peldaño de la futura Constitución consistirá en diseñar qué se entiende por Pueblo Español. Sólo conocemos la realidad de españoles porque tienen el pasaporte o el carnet de identidad. Pero no veo que formemos cuerpo ni mucho menos pueblo porque para consolidar esas formaciones es necesaria una serie de relaciones aceptadas tanto desde el punto de vista político como social y de conocimiento.

Antes de terminar el franquismo y, mucho más después de la muerte de Franco, existían adhesiones de ciudadanos con intereses comunes en el ámbito político que luego conformaron los partidos políticos, en el ámbito sindical que luego se agruparon en los sindicatos y mucho más en la relación afectiva y social de tener unas mismas raíces lingüísticas, históricas y de parentesco y un continuado trasvase de relaciones afectivas y sociales que conformaban los pueblos que vivían en la península ibérica como el pueblo catalán, el aragonés, el valenciano, el gallego, el vasco,  el navarro, el guipuzcoano, el alavés, el vizcaíno y otros.

También había unas formaciones sociales que formaban las iglesias. Aunque en aquel entonces sólo se reconocía a la iglesia católica y clandestinamente se sabía de otras iglesias como las evangélicas, judías o musulmanas. También se sabía de la existencia de agrupaciones relacionales existentes en ciertos grupos de creyentes católicos que se unían y se apoyaban como  podían ser el Opus Dei, los Legionarios de Cristo rey, y otras asociaciones despectivamente denominadas sectas.

Pero nadie se preocupó de coordinar ni de fomentar las relaciones de otros españoles para que conformaran un conjunto idóneo y afectivo llamado pueblo español. Nos denominaron españoles cuando nos convocaron a las elecciones políticas y a la formación de partidos políticos.

Pero pueblo español como tal, con ciudadanos que reconocieran una misma bandera, un mismo himno, un idéntico ideal patriótico, social, político, eso ciertamente no se dio en el postfranquismo. Ni se ha dado en los años de la transición como consta en las mayoritarias pitadas que se dan en los campos de deporte al oírse el himno español o en la prolongada guerra de las banderas en todas las ciudades y pueblos de España.

¿Se prescindió y se prescinde de la geo-historia, es decir del espacio y del tiempo para concretar las relaciones de unidad de esos ciudadanos que conforman el pueblo español?¿Fue el conjunto de ciudadanos españoles del postfranquismo (sin los emigrados, sin los refugiados de la guerra civil, sin los saharauis, sin los represaliados republicanos, etc.), el sujeto determinante, vinculante por décadas  y actor único de ser pueblo español?

6ª ¿Quién determina y en qué argumentos se fundamenta la indisoluble unidad de la nación española? ¿Pueden los miembros de un colectivo particular que reciben su ser político, social y jurídico de ese mismo colectivo, trascenderlo y determinar la integración de un colectivo mayor del que circunstancial y accidentalmente han formado parte en un momento histórico?  ¿Quién determina la patria común de todos los españoles siendo así que la patria es un acto personal de adhesión y no el resultado de un formulario que un funcionario rellena burocráticamente?

7ª Como conclusión necesitamos todos los españoles tener conciencia de ser Pueblo o Pueblos, ser Nación o Naciones. Necesitamos los ciudadanos que tenemos un pasaporte español una depuración ideológica, una creación de lazos históricos comunes, una admisión de la pluralidad de lenguas en las que nos comunicamos, unas relaciones sociales de reconocimiento y amistad y una consulta específica universal en la que se pregunte qué se entiende por España, por pueblo español y por la forma de gobierno que nos interese para el futuro. Todo ello menos afirmar como petición de principio que existe un pueblo español en el que reside la soberanía, del que emanan los poderes del Estado o que se admita la indisoluble unidad de la nación española.