Permitido y prohibido

Hace unos años, circulaba una especie de chiste que decía que en los países de tradición liberal (como los anglosajones) todo está permitido, excepto lo que está expresamente prohibido. En los países de tradición autoritaria (el chiste ponía Alemania) todo está prohibido, excepto lo que está expresamente permitido. En los países de tradición anarcoide (el ejemplo era Italia) todo está permitido, especialmente lo que está expresamente prohibido. Y finalmente que en los países de tradición comunista (cuando esto circulaba, la Unión Soviética) todo está prohibido, especialmente lo que está expresamente permitido. Yo encontraba gracia a este chiste, aunque los ejemplos podrían discutirse mucho. No se trataba de decir cómo son las leyes en estos cuatro modelos, sino cómo son las culturas políticas. Qué tienen una irrefrenable tendencia a prohibir y a qué permitir más cosas. He recordado el chiste estos días porque pensaba donde carajo quedaría la España actual. Una manera de encontrar el puesto sería ver cómo juzgaría una investidura telemática que ni está explícitamente prohibida ni explícitamente permitida. Me parece que la cultura política española tiende en general al segundo lugar del chiste. Aunque a veces parece que opte también al cuarto. A los de prohibir.

ARA