La importancia de tener un Estado

Ningún escritor de los Países Catalanes ha conseguido el premio Nobel de Literatura. Como bien explican varios especialistas del mundo literario catalán en el presente número de EL TEMPS, no es un tema importante que nos tenga que preocuparse demasiado. En el fondo, muchas otras grandes plumas de la literatura universal tampoco han recibido el Nobel. Sin embargo, es una cuestión relevante que sobrepasa el simple marco competitivo literario. Si hoy la cultura catalana no tiene un Nobel es por unos nítidos motivos políticos.

A lo largo de los decenios, ha habido movimientos de España para bloquear un Nobel catalán. Son unos movimientos ampliamente demostrados. Son los resortes de la fuerza de un Estado en contra de una parte de su propio Estado y de sus ciudadanos que no consigue ver como propios -nacionalmente propios-. Es un ejemplo más de un bloqueo español al desarrollo de plenitud de cada uno de nuestros territorios. Un agravio más, una razón más.

Sea como sea, la historia desafortunada de nuestros Nobel fallidos no es sólo la consecuencia de la fuerza de un Estado en oposición. Demuestra, una vez más, la importancia de tener un Estado para que una nación pueda sobrevivir. La visibilidad de causas acumula en aspectos vitales de nuestros tres territorios y nutre el agravio histórico.

Del agravio histórico se llega a la acción política -que en las naciones siempre acaba culminando en la construcción de una secesión-. La historia es testigo de muchas naciones o comunidades humanas que se separan de un Estado para crear el suyo propio. En la gran mayoría de los casos, lo que las empujó a tener un Estado fue la sensación o necesidad de sobrevivir, prosperar y superar las desigualdades heredadas. Muchas de estas independencias se consiguieron con grandes sacrificios.

El marco de supervivencia o prosperidad de la nación es el que debe ayudar a comprender por qué existe un movimiento independentista en Cataluña, por qué hay un despertar valenciano, y por qué las Islas siguen un camino similar. Son movimientos nacidos en democracia y para una mejor democracia. Se expresan con normalidad política. Muchos ejemplos recientes -pero no todos- demuestran que hoy una secesión se acompañaría de muchos menos sacrificios.

Para catalanes, valencianos y baleares, la importancia de tener un Estado significa atacar, nosotros solos, la raíz de las desigualdades todavía vigentes. Y sí, esto también debería aplicarse a las desigualdades de clase.

EL TEMPS